03.02.2017

Cien veces tres

Por Luis Chitarroni

Cien años de soledad y Tres tristes tigres solo son posibles como culminaciones –narrativas, estilísticas– a partir de un entrenamiento del lector común, del common reader, que había comenzado mucho antes. Para situar ese comienzo, y hacerlo en aras del aprendizaje de ese oficio del siglo veinte común a ambos –García Márquez, Cabrera Infante– se impone una figura argentina, Jorge Luis Borges (simpática para uno, no tanto para el otro) que había convertido ya la práctica en el diario Crítica (y en su suplemento), en un primer libro de narrativa incierta: Historia universal de la infamia. ... Seguir leyendo