Sun
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Third eye
The Costantini Collection in Malba
Una exposición que reúne más de 220 obras icónicas del arte latinoamericano en un recorrido que por primera vez pone en diálogo la Colección Malba y la de su fundador, Eduardo F. Costantini.
Diego y yo (1949) es el último autorretrato de busto pintado por Frida Kahlo antes de su muerte en 1954, en el que aparece el rostro de su marido como un tercer ojo que revela la obsesión y el sufrimiento de la artista.
Una selección de 600 objetos, entre piezas de diseño y obras de arte, configura un panorama de la cultura material argentina desde los años cuarenta al presente, en diálogo con nuestro imaginario político, social y afectivo.
Desde hace más de una década, Sinclair explora formas de ligar su práctica artística con la arquitectura. En sus instalaciones hay dos tácticas recurrentes: la intervención de edificaciones existentes y el diseño de objetos generadores de desplazamientos de sentido.
La ley de la frontera, de Adolfo Aristarain
Transcurre el año 1900 y en ambos lados de la frontera gallego-portuguesa nacen dos niños: João es portugués y está destinado a vestir hábitos, mientras que Xan es gallego y lo que le espera es trabajar duro como su padre.
Obra inédita por razones arcanas, luego conocida en tardes televisivas aptas para la nostalgia del té con masitas, este film merece ser reconducido a otra senda de interpretación. Antes de que el realismo mágico arrasara con la diégesis rural hubo un estilo como el de Marco Cerretani –autor de la novela– que era el del brutalismo trágico.
El último perro, de Lucas Demare
La vida en las postas de la pampa durante la segunda mitad del siglo XIX (según novela de Guillermo House) fue representada aquí por Lucas Demare con el mismo aliento épico de sus anteriores La guerra gaucha (1942) y Pampa bárbara (1945).
Los herederos, de David Stivel
Basada en un argumento de Norma Aleandro, esta fue la única experiencia cinematográfica de David Stivel, uno de pocos artistas influyentes que dio la televisión argentina. El film destaca por el trabajo de todo su elenco, que resulta beneficiado por la decisión de utilizar sonido directo y por la realización de Stivel, que se demostró capaz de sortear las limitaciones del lenguaje televisivo.