En los alrededores del Copan se concentraba entonces gran parte de la vida nocturna paulista: el Teatro Cultura Artística, las salas de cine clásico como el Cine Bijou y la Sala Sérgio Cardoso, el Foto Cine Clube Bandeirante –donde Schwartz perfeccionó su técnica fotográfica–, el bar Barney’s y el restaurante Gigetto, frecuentados por músicos y actores.
En 1919, en alguna de las tertulias nocturnas que se organizaban en torno a las mesas de los cafés madrileños, Barradas conoció a un joven poeta andaluz que no sólo se convertiría en uno de sus más grandes amigos, sino también en uno de los mayores referentes de la literatura española del siglo XX: Federico García Lorca.
En 1960, a punto de cumplir cuarenta años, Madalena Schwartz –nacida Magdolna Mandel en 1921 en Budapest, Hungría, emigrada a los doce años a la Argentina, casada y madre de dos hijos– se mudó con su familia a la ciudad de San Pablo, en Brasil, donde compró y administró una lavandería llamada Irupê.
En agosto de 1913, Rafael Barradas viaja a Europa y desembarca en Génova, Italia. Su periplo tiene como primeras protagonistas a las ciudades de Milán y París, donde entra en contacto con las diferentes vanguardias artísticas y se interesa especialmente en el futurismo y el cubismo, para luego establecerse en Barcelona en 1916 y en Madrid a partir de agosto de 1918.
Desde su reencuentro en Buenos Aires en 1958, las hermanas colombianas Luisa y Chela Escarria, fundadoras, dueñas y únicas operadoras del Foto Estudio Luisita, se ocuparon de construir un templo doméstico consagrado a capturar la belleza de lxs otrxs.
La exposición Las metamorfosis propone una inmersión en el extenso ensayo fotográfico que Madalena Schwartz comenzó a producir en 1971, cuando retrató a travestis, transformistas y figuras de la noche paulista.
(Fiesta de la lectura de primavera, 2020) inspirado en la fórmula creada por Joe Brainard, (I remember, 1970) y popularizada por Georges Perec (Je me souviens, 1978)
En el marco del proyecto "La historia como rumor", cuyo tercer capítulo estará dedicado a la performance Destierro (1998), de Tania Brugera, presentamos un extracto de la entrevista que la artista cubana sostuvo con la crítica Claire Bishop.
En este texto, Giunta propone dejar de lado la adjetivación que se ha aplicado al conceptualismo latinoamericano (conceptualismo político, conceptualismo periférico, conceptualismo descentrado), por considerar que constituye un procedimiento que recurre a universales normativos para dar comprensión y legitimidad a obras que se generaron ignorando, en muchos ejemplos, lo que se realizaba en los centros del arte.
Cippolini enuncia un desafío: nos debemos un indispensable Tratado de Folklore Urbano, con seguridad no tan lejano al Manual de Zoología Fantástica de Borges.
¿Qué pasaría si, además de aceptar la genealogía clásica que busca los orígenes del arte latinoamericano moderno en la abstracción europea, atendiéramos a otras redes que se traman en la historia regional?
Antonio Berni es, tal vez, el artista argentino con mayor conciencia de la fortaleza de las imágenes para intervenir en la historia e impedir ser devorado por ella. Su constante renovación formal, homogénea con lo emergente del entorno artístico, es resultado de adoptar sin rubor en cada coyuntura las herramientas necesarias para resolver la obra, con dos ejes que se entrecruzan: la denuncia y el sentimiento.
Exposiciones
Frida íntima
Sorry, this entry is only available in European Spanish.
El oficio de su padre fotógrafo le permitió a Frida contar con un profuso archivo de imágenes de su infancia y adolescencia, hecho excepcional para la época. Antes de que la artista se volcara sobre sí en sus autorretratos, estas fotografías la muestran junto a sus hermanas y amistades.
12.10.2022