En el quehacer de Del Prete y Yente nada de su entorno parece haber quedado excluido. Si bien Yente fue crítica frente a las modas del medio, la pareja tuvo empatía y ductilidad para dejarse seducir por las diversas posibilidades y tendencias que la visualidad abría. En un constante ir y venir entre la figuración y la abstracción se volcaron, desde finales de los 50, al informalismo y a la experimentación con el collage, el objeto y los textiles.
En su obra El gran manto, incluida en la exposición "Aó. Episodios textiles de las artes visuales en el Paraguay", Ricardo Migliorisi trabaja con un imaginario irreverente y kitsch, utilizando una combinación de lenguajes escritos y visuales.
De marzo a julio de 2022, el museo cobijará dos exposiciones de arte textil de Perú y de Paraguay, y una muestra, Vida Venturosa, curada por Marita García, que presenta cincuenta años de vida y obra compartida de la pareja de artistas Yente y Juan Del Prete. Es un semestre en el que estas tres exposiciones compartirán hilos afectivos y materiales que iremos desplegando a lo largo de nuestros encuentros.
Durante los años 40, los debates en torno de la abstracción tomaron cuerpo en el medio porteño. Jóvenes artistas agrupados levantaron las banderas del floreciente movimiento local y encontraron en Yente y Del Prete experimentados interlocutores. Sin embargo, son también notorias las diferencias entre estas nuevas experiencias abstractas (también identificadas como arte concreto) y la obra de la pareja: Yente y Del Prete no acompañaron programas ni manifiestos.
Durante cincuenta años, Yente (Eugenia Crenovich; Buenos Aires, 1905-1990) y Juan Del Prete (Vasto, Italia 1897 - Buenos Aires, 1987) no solo compartieron su vida como pareja sino que además intercambiaron cotidianamente ideas y vivencias en su quehacer como artistas.
A fines de la década de 1970, un grupo de activistas, artistas y poetas marginales imaginó un programa estético por momentos disperso e inorgánico, que se propuso modificar las condiciones de vida existentes y transformar la desavenencia cultural y literaria en activismo político.
Quizás sea interesante inscribir a la obra de Madalena Schwartz dentro de una genealogía más amplia, que la vincula con un grupo de mujeres emigradas desde Europa que jugaron un rol fundamental en el establecimiento de la fotografía moderna latinoamericana.
Revisitar la Semana del 22 implica avances y retrocesos, nuevas preguntas y respuestas abiertas en una reflexión centenaria que gira en torno a la idea de mito (positiva o negativamente), sus antecedentes y desdoblamientos, sobre los que no hay consenso.
Entre el 13 y 17 de febrero de 1922, en el marco de las celebraciones por el centenario de la independencia brasileña, un grupo de artistas, arquitectos y escritores organizó la Semana del Arte Moderno en el Teatro Municipal de San Pablo. El evento consistió en una exposición que incluyó más de cien obras plásticas junto a tres sesiones nocturnas de música, danza y literatura.
Su nombre es parte de la leyenda sin fin que habitan desde entonces los artistas y escritores de ese tiempo, tan fuera de lo común que en verdad resultan excepcionales.
Fragmentos extraídos del diario de filmación del director Patricio Guzmán, escrito en 1972 durante el gobierno de Salvador Allende.
Gutiérrez Marx se graduó como escultora en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. A fines de los sesenta, expuso su trabajo en la Galería Lirolay, uno de los espacios más importantes de la época.
Exposiciones
Rosana Paulino: pretuguesa y amefricana
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En la Argentina, donde las memorias de la esclavitud y de la presencia africana han sido persistentemente borradas, la presentación de la obra de Rosana Paulino enciende el pasado y también el presente.
26.03.2024