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Foto Estudio Luisita: los negativos retocados

Las sesiones de Foto Estudio Luisita dieron como resultado negativos de 120 milímetros que, en su pequeñez, logran abarcar no solo al sujeto que posa, sino a todo el universo que vibra a su alrededor. Muchos de estos negativos fueron retocados: capa tras capa, la tinta roja fue eliminando toda información en apariencia irrelevante. Chela, maestra en el arte del retoque, intervenía minuciosamente los negativos para quitar arrugas, suavizar redondeces, eliminar objetos; después los recortaba y superponía para componer escenas imposibles. "Es que en Colombia nosotros retocábamos con lápiz y un barniz, y acá retocaban con acuarela, así que me tocó aprender, pero es más fácil y queda más natural. Yo hacía los fotomontajes, no tiene ciencia, porque primero buscaba el motivo, después en el negativo borraba lo que excedía el dibujo, y allí ubicaba a las personas. Luego copiaba el sanguchito de los negativos juntos. Lo principal del asunto era buscar el motivo y hacerlo bien", le explicaba Chela a Sol Miraglia, albacea y parte del Archivo Foto Estudio Luisita desde 2009. 

 

Aquello que el espacio limitado del estudio doméstico no les permitía desplegar, las hermanas simplemente lo inventaban. Recortando y pegando negativos, superponiéndolos, retocándolos y coloréandolos a mano, Luisa y Chela creaban imágenes que en algunos casos rozan el surrealismo. José Marrone diminuto y recostado sobre un teléfono tres veces más grande que él, el conjunto completo de los Bombos Ranqueles flotando en el espacio, Juanita Martínez posando junto a un cóctel o una flor gigantes. Si bien es en su trabajo con bandas tropicales donde las hermanas despliegan mayores recursos de montaje, para lograr que músicos e instrumentos vuelen sobre montañas, atraviesen partituras o posen junto a palmeras caribeñas, sus montajes para el teatro de revista juegan a trasladar algo de la magia del movimiento de las obras a la imagen estática en papel.

"En esas cajas estaban los negativos completos, la mayoría retocados por Chela con tinta roja. Eran todo lo contrario de lo que por años Luisita y Chela me habían mostrado, ese trabajo final que les pedía la industria teatral o el que quería un retrato: una copia perfecta con fondo blanco puro. Y nunca habían sido copiados completos. Al escanearlos y ampliarlos, me encontré con lo que la tinta roja quería ocultar: supuestas imperfecciones, pero también todo su entorno, que devela la historia del estudio y sus transformaciones. Algo de un valor fotográfico inmenso. Esas cajas son el corazón del archivo de Foto Estudio Luisita", cuenta Sol Miraglia en una entrevista con Josefina Barcia.

Imágenes: Foto Estudio Luisita. Selección de negativos retocados y armado de fotomontajes.