Diario
Literatura

Aníbal Jarkowski
sobre la niñez en la literatura argentina

El escritor y crítico literario Aníbal Jarkowski responde dos preguntas sobre algunos de los temas que va a abordar en el curso Infancias. Representaciones de la niñez en la literatura argentina, que comienza el jueves 6 de noviembre.

¿Cuáles son las cuestiones que El juguete rabioso de Roberto Arlt adelanta y que serán retomadas a lo largo del siglo XX por los escritores de los que se ocupa el curso?

El juguete rabioso es una novela inaugural en varios sentidos. Distintos críticos han propuesto, por ejemplo, considerarla la primera novela de la ciudad moderna, una especie de revés de Don Segundo Sombra, que también aparece en 1926.

Pero podríamos considerar otros dos perfiles que quiero desarrollar en el curso. Uno es la relación entre infancia y espacio. Silvio Astier crece, aprende, según los espacios de la ciudad por los que se desplaza. En este sentido, uno puede pensar que la idea de que toda ciudad moderna es, en realidad, dos ciudades contiguas ¿no? La contigüidad de la riqueza y la pobreza ya es una evidencia, un dato más de lo urbano moderno. La novela de Arlt figura ese fenómeno.

Podríamos también pensar en las distintas y siempre complejas relaciones de Astier con el trabajo. ¿Cuándo se deja de ser niño? Probemos una fórmula: dejamos de ser niños cuando vendemos a otro nuestro tiempo. Es seguramente una de las experiencias más violentas y también de las más significativas para pensar El juguete rabioso como relato de un aprendizaje.

A grandes rasgos, ¿qué representaciones de la niñez encontramos en la literatura argentina en la época en que Antonio Berni trabaja sobre su serie de Juanito Laguna?

Cuando imaginé las lecturas tuve muy presente que el curso acompañaría la muestra Antonio Berni: Juanito y Ramona. Pero no en el sentido de “ilustrar” las representaciones de Juanito con textos literarios, sino en el de leer ficciones que ofrecieran imágenes muy diversas de la niñez. Entiendo, por ejemplo, que la lectura de “El niño proletario” puede ser interesante, precisamente, por el efecto de contraste con las representaciones de la niñez que aparece en la serie de Juanito. En términos amplios, diría que lo más interesante de las representaciones literarias de la infancia por esos años es que ofrecen una tensión entre las representaciones idealizadas y otras que, en términos tanto estéticos como ideológicos, van en el sentido inverso, el de la desidealización.