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Teresa Burga
Estructuras de aire

Curadores: Miguel A. López y Agustín Pérez Rubio
Del 24 de julio al 18 de octubre. Sala 3. Nivel 1
Inauguración: jueves 23 de julio, 19:00

El próximo jueves 23 de julio a las 19:00, MALBA inaugura Teresa Burga. Estructuras de aire, exposición que presenta por primera vez en nuestro país la obra experimental de la artista Teresa Burga (Iquitos, Perú, 1935), una de las figuras más prominentes del arte contemporáneo peruano.

La muestra está compuesta por dos instalaciones emblemáticas, concebidas originalmente por Burga en 1970: Estructuras de aire –perteneciente a la colección de MALBA- y Obra que desaparece cuando el espectador trata de acercarse. Se incluye además una serie de piezas sobre papel realizadas por la artista en Chicago, Hamburgo y Lima, entre los años 60 y 70, que en su mayoría son diagramas e instrucciones para instalaciones y performances (algunas de carácter musical) y también obras construidas usando sistemas, estructuras y modelos en serie.

Curada por Agustín Pérez Rubio (Director Artístico de MALBA) y Miguel A. López (curador en jefe de TEOR/éTica y Lado V, San José, Costa Rica), la exposición hace foco en el carácter ‘inmaterial’ de sus proyectos, en los que el tiempo y la dimensión arquitectónica son aspectos fundamentales. En palabras de Burga: “La obra de arte considerada como la manifestación de otra cosa, que parte de circunstancias particulares para conformar estructuras abstractas que constituyen su verdadero objeto. La obra de arte considerada como la manifestación de una estructura abstracta, mucho más general y de la cual no es sino una de las posibles realizaciones”.

Desde mediados de los 60, Burga desarrolló una lógica de trabajo fundada en el azar, en el encuentro inesperado con imágenes, elementos o métodos. “Esta idea la llevó por distintos caminos: desde la exploración de la aleatoriedad en los lenguajes científicos, pasando por la producción de obras a través de instrucciones que admitían un número ‘x’ de variantes, hasta el dibujo y copiado de imágenes encontradas. A partir de su asimilación del concepto de obra abierta, sus obras e imágenes permiten múltiples formas de resolución espacial, o la participación de varias personas en su realización, y privilegian la idea de proceso por encima del resultado”, explican los curadores.

Representante de la renovación de la plástica peruana durante los años 60 y 70 e integrante del Grupo Arte Nuevo (1966-1968), Teresa Burga fue una de las precursoras en el camino hacia la disolución del objeto artístico, incorporando procesos experimentales y nuevas estrategias creativas para producir un cuerpo de trabajo claramente conceptual. Su obra, sin embargo, había permanecido al margen de la mirada y la discusión pública desde inicios de los años 80, década en la que la artista decidió dejar de producir y exhibir en Lima.

Este proyecto expositivo surge desde Buenos Aires como ciudad referente, una de las pocas ciudades latinoamericanas en las que Burga expuso durante los años 60, tanto en 1966 en la Galería Siglo XX (una serie de grabados), como el siguiente año junto al grupo Arte Nuevo en la Galería Lirolay. “Es importante comenzar a crear una genealogía y una relación entre diversos agentes artísticos latinoamericanos a través de este tipo de muestras y de las investigaciones que las acompañan”, afirma Pérez Rubio.

Teresa Burga. Estructuras de aire continúa la serie de proyectos de MALBA que buscan revisitar la producción de algunas artistas clave que no tuvieron suficiente visibilidad en su momento, y cuyo trabajo merece nuevas lecturas. El programa comenzó en marzo 2015 con la exposición Annemarie Heinrich. Intenciones secretas y continuará en noviembre con Claudia Andujar. Marcados.

Descargar comunicado completo (PDF)

 

Obra abierta

En Estructuras de aire –pieza adquirida en 2014 por el Comité de Adquisiciones de MALBA– las esculturas geométricas hechas de ‘aire’ se destruyen de forma inmediata al ser ‘percibidas’ por el espectador. Obra que desaparece cuando el espectador trata de acercarse es una escultura lumínica que va apagándose a medida que el visitante intenta aproximarse a ella.

Se trata de dos importantes instalaciones de los años 70 que tienen relación directa con el trabajo que el CAYC (Centro de Arte y Comunicación), hacía en Argentina en la misma época, en relación a cuestiones conceptuales como la disolución de la obra y la experiencia directa como erosión y señalamiento crítico de sus soportes materiales pero también sociales. Ambas piezas son un claro ejemplo del interés de Burga por lo inmaterial y por el dibujo como partitura de interpretación en sus instalaciones.

Para los curadores: “Las piezas aquí exhibidas fueron concebidas en un momento global de cuestionamiento de la obra-objeto que, a través de su desmaterialización, apuntaba a una transformación profunda de la práctica artística. El riguroso trabajo de Burga con instrucciones y obras en serie la aproxima también a las investigaciones en torno al arte de sistemas, que muchos artistas argentinos y el crítico Jorge Glusberg desarrollaron en los años 60 y 70.”.

Catálogo

Junto con la exposición, MALBA edita un catálogo especial de 250 páginas dedicado especialmente a la producción experimental de Burga desde finales de los 60 en adelante. Incluye los ensayos curatoriales: “Teresa Burga: Del olvido y el azar” de Agustín Pérez Rubio y “Las cronodisidencias de Teresa Burga”, de Miguel López; y el texto crítico “Palabras generativas y cuerpos subyugados en las ´propuestas´ de Teresa Burga 1969-1971”, de la académica Dorota Biczel.

También se publica el texto “Obra abierta o estructura informe” de Teresa Burga (sin fecha, ca. 1970-1980) y una entrevista inédita con la artista de 2011: “Lo más cerca posible del azar”, también a cargo de López. Además de la reproducción de las obras representadas en la exposición, el libro reúne todo el cuerpo de obras de Burga sobre papel en torno a sus series de diagramas, estructuras e informes.

Una de los objetivos centrales de esta publicación es explorar de qué manera la relación de Burga con la cibernética, con las máquinas, con el tiempo y con sus estructuras impacta en los modos y procedimientos de otras piezas suyas posteriores. “A partir de una relectura como la que hace Miguel López, que aborda la idea de las disidencias temporales y de género presentes en su obra, observamos que el tiempo para Burga es una noción cultural y genérica, del mismo modo que lo es el cuerpo”, afirma Pérez Rubio.

 

Teresa Burga

Iquitos, Perú, 1935.

Egresada de la Universidad Católica en 1964, su trabajo recorre el campo de la pintura y el grabado en la primera mitad de los años 60. Su serie de linóleos Lima imaginada (1965) ofrece representaciones urbanas realizadas a partir de imágenes, suprimiendo con ello el protagonismo del referente concreto. Poco después, Burga participa de las transformaciones renovadoras en la plástica y la consolidación de tendencias de vanguardia a través del Grupo Arte Nuevo (1966-1967). Tras una ausencia de dos años, la artista regresa a Lima luego de sus estudios en el School of the Art Institute de Chicago. Desde entonces incorpora procesos experimentales y nuevas estrategias creativas: el uso de tecnologías de la información, registros científicos y un claro interés en trabajar con ‘conceptos’.

Su trabajo deviene muchas veces en reportes, descripciones y esquemas que documentan acciones o propuestas a realizar, utilizando la estadística para releer el entorno. Y en otros casos, traduciendo la realidad y el lenguaje a diferentes códigos, cuantificando y problematizando una existencia que suponemos concreta y que Burga ausculta con cierta obstinación, ya se trate de su propio cuerpo, un poema, una comunidad definida o un segmento concreto del espacio urbano.

Tuvo solo dos sus apariciones públicas en el contexto artístico limeño de los años 70: Autorretrato. Estructura-Informe 9.6.72 (1972), y 4 mensajes (1974), ambas exhibidas en la salas del Instituto Cultural Peruana Norteamericano (ICPNA). Reaparece en la escena a inicios de los años 80 cuando presenta, junto a Marie-France Cathelat, el proyecto Perfil de la mujer peruana (1980-1981). Expuesto inicialmente en el I Coloquio de Arte No-Objetual y Arte Urbano en Medellín y luego en el Auditorio del Banco Continental en Lima, esta obra despliega una investigación y estudio sociológico sobre la situación de la mujer de 25 a 29 años de la clase media peruana. Ya en 1967 Burga había adelantado una reflexión sobre el sentido común que asocia indiferentemente lo doméstico y lo femenino. Manteniendo un mismo aliento, la brecha entre ambas propuestas es también el período de consolidación de una nueva agenda feminista local.

En 2015, Burga fue seleccionada por el curador Okwui Enwezor para participar en la 56ª Bienal de Venecia, titulada All the World’s Futures (Todos los futuros del mundo).

Galería de imágenes

Teresa Burga. Work that disappears when the spectator tries to approach it, 1970
Teresa Burga. Structures of Air, 1970
Teresa Burga. Obra que desaparece cuando el espectador trata de acercarse, 2006. Colección privada
Retrato de Teresa Burga, ca. 1966. Fotografía de Baldomero Pestana
Teresa Burga. Estructura Propuesta Sonido, ca. década 1970
Teresa Burga. Estructura ¿Posible?, 1979
Teresa Burga. Sin título, 1970
Teresa Burga. Collage a modo de boceto para Autorretrato, 1972
Obra que desaparece. Vista de la instalación en MALBA. Foto: Jorge Miño
Obra que desaparece. Secuencia de la instalación en MALBA. 03. Foto: Jorge Miño
Obra que desaparece. Secuencia de la instalación en MALBA. 02. Foto: Jorge Miño
Obra que desaparece. Secuencia de la instalación en MALBA. 01. Foto: Jorge Miño
Teresa Burga
Miguel A. López, Teresa Burga y Agustín Pérez Rubio