Este es un buen ejemplo de la influencia europea en Hollywood en general y en el noir en particular. De Europa venían los protagonistas Lorre y Morgan y el productor Seymour Nebenzal, responsable de clásicos como M, EL VAMPIRO NEGRO de Lang. Y la guerra impuso una forma de percibir la realidad distinta de la linealidad pretendidamente objetiva que Hollywood venía practicando desde siempre. VIOLENCIA es un film imprevisible en el que importa mucho lo subjetivo e importa también una forma de interpretar la villanía que no se expresa en golpes y tiroteos tanto como en los modales suaves y ominosos de Lorre y Cochran. El director Ripley también era un imprevisible. Se había iniciado en el cine mudo como gagman para el productor de comedias Mack Sennett y luego se desempeñó mayormente como guionista. Sus pocos films como realizador tienen siempre características originales y hasta han merecido status de culto, como en el caso de la posterior THUNDER ROAD (1958) con Robert Mitchum.
VIOLENCIA (The Chase, EUA-1946) de Arthur Ripley, c/Robert Cummings, Michele Morgan, Steve Cochran, Peter Lorre, Lloyd Corrigan, Jack Holt. 86’.