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Claudia Andujar, memoria e idilio

En la década de 1970, Claudia Andujar tomó imágenes de la ciudad de San Pablo desde una perspectiva cenital, del mismo modo que lo había hecho en la Amazonia de la tribu Yanomami. A través del uso de una película infrarroja, Andujar intervino sobre la representación tradicional de la ciudad, vinculándola al mismo tiempo con una de sus fotografías más famosas: Maloca en llamas, de la serie Casa (1976).

Claudia Andujar. Minha Vida em Dois Mundos, ca. 1970.

Claudia Andujar Maloca en llamas

Para los Yanomamis, el incendio de la maloca representa la renovación y la posibilidad de un nuevo comienzo. Cuando la tierra en la que viven deja de producir frutas y vegetales o cuando los animales abandonan los bosques que la rodean, la tribu quema sus casas y las reconstruye en otros terrenos.

Pero el tratamiento infrarrojo, también la relaciona con otra de sus series. En 1974, Andujar trabajó en una serie de retratos en blanco y negro de una chica indígena llamada PAXO+M+K+. Fueron unas de las primeras imágenes que Andujar realizó en sus visitas a la tierra Yanomami y, en 1982, refotografió los originales utilizando película infrarroja. De este modo, otorgó un efecto idílico a las imágenes, recobrando parte de sus recuerdos de esos primeros encuentros y ubicándolos en otro mundo pictórico, imaginario y subjetivo.

Claudia Andujar. Sueño verde azulado, ca. 1970.

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Las fotografías aquí mencionadas pueden verse actualmente en la exposición de Claudia Andujar en la Galería Vermelho de San Pablo, Brasil. La muestra Marcados continúa en MALBA hasta el 31 de julio.