El jueves 22 de febrero, el auditorio permaneció repleto durante todo el día gracias a la jornada de arte textil que tuvo lugar en el marco de la exposición Soñar el agua de Cecilia Vicuña. El encuentro contó con tres mesas redondas a cargo de más de 10 artistas, curadoras e investigadoras que reflexionaron sobre el arte textil en Argentina desde sus primeras manifestaciones y estudios en el arte hasta sus expresiones más contemporáneas.

La apertura estuvo a cargo de Verónica Rossi, curadora de Malba, quien presentó la jornada resaltando el espacio destacado que han conquistado las prácticas textiles en el circuito del arte en los últimos años. Tomando como punto de partida el trabajo textil de Vicuña, invitó a reflexionar de la mano de Julia Bryan-Wilson: "¿Cómo pueden los textiles desenhebrar, cuestionar, desovillar revelar y reimaginar el mundo que nos rodea?"

La primera mesa, moderada por Adriana Antidin, indagó sobre los desarrollos del arte textil en el campo local de la mano de Gracia Cutuli, artista pionera en la investigación sobre el textil andino y en la reflexión teórica acerca de los vínculos entre las prácticas textiles americanas y europeas. Gracia definió al textil como "comunicación que nos permite relacionarnos dentro de un contexto cultural" y mostró por medio de ejemplos -desde Joseph Beuys a María Martorell, pasando por Antonio Berni- la relevancia del textil hasta el día de hoy. En segundo lugar, Claudia Mazzola realizó un homenaje a Ruth Corcuera que, en sus palabras: "ha sido, es y será por siempre sinónimo de tejidos y de esas historias que están escondidas detrás de ellos: las historias de las tejedoras". Ruth fue una investigadora clave para la recuperación y difusión del arte textil americano y falleció el año pasado.

Moderada por Andrei Fernández y Alejandra Mizrahi, la segunda mesa estuvo a cargo de Margarita Ramírez y María Toribio, quienes propusieron un acercamiento al arte textil de las comunidades indígenas originarias. Contaron sus experiencias personales en la producción de las piezas desde la cosecha del chaguar en luna llena durante dos noches hasta la comercialización y la venta -como por ejemplo la ayuda que recibieron de una modelo profesional que les enseñó a desfilar y poner en valor vestidos y ponchos. Hicieron foco en el rol de la mujer y en la relación personal que establecen que la producción y las piezas, que no son meras mercancías.

La última mesa propuso un acercamiento a las coordenadas de la escena del arte textil contemporáneo a través de una conversación entre las artistas Lucrecia Lionti, Celina Eceiza y Claudia Alarcón. El textil con toda su versatilidad que puede ser un telar, pero también un tejido pequeño trabajado en el colectivo con agujas crochet. Las tres contaron sobre su obra y especialmente sus últimos trabajos centrados en modos de hacer específicos relacionados con lo táctil, el concepto de marca, el uso del espacio y la degradación del material, así como la producción comunitaria y los saberes ancestrales.

Como cierre, las artistas Guillermina Baiguera, Ana Paula Méndez, Laura Morales y Adriana Pavic, que colaboraron en la realización del Quipu desaparecido de Cecilia Vicuña, realizaron una performance donde se replicó el proceso de armado de la pieza. El sonido estuvo a cargo de Eduardo Ferrer

Todas las mesas estarán disponibles en el canal de YouTube del museo en los próximos días.