En el marco de la muestra Claudia Andujar. Marcados, Sibilia presenta una colección de collares y pulseras inspirados en la cultura Yanomami. Las piezas realizadas a manos son una resignificación de los ornamentos personales que identifican como etnias a los Yanomamis y estuvieron inspirados en las inserciones de pinchos de madera a través de los músculos de los rostros de algunos de ellos. Los collares y las pulseras fueron concebidas en tres colores que connotan elementos de la naturaleza: bronce, cobre y patina verde.
SIBILIA
Todo empezó hace 20 años, cuando Fernanda Sibilia creó un conjunto de objetos de plata sumamente originales. Estas piezas tenían una belleza única, fruto de una mezcla hasta entonces inédita, que no pasó desapercibida en el febril ambiente artístico local. Inspiradas en sus viajes por diversos países de América Latina, las joyas combinaban algunos elementos de la más clásica artesanía regional con las últimas tendencias del arte contemporáneo.
A los 23 años, Fernanda Sibilia concluyó su formación en la Escuela Municipal de Joyeria de Buenos Aires, donde aprendio las técnicas mas complejas de joyería. En 1995 decidió comenzar su propio emprendimiento. Nacía, así, SIBILIA.
Hoy la empresa tiene su sede en el tradicional barrio porteño del Abasto, corazón “tanguero” de la floreciente ciudad de Buenos Aires. En el taller, un equipo de jóvenes artesanos realiza sus diseños. Fiel a sus orígenes, SIBILIA sigue mezclando en dosis exactas toda la dedicación y el esmero del trabajo manual con la precisión técnica de última generación. Las combinaciones de colores y el infinito del metal la motivan día a día a crear su propio arco iris de colores metálicos. Esas características contribuyeron a proyectar rápidamente la marca SIBILIA en el mercado internacional. Actualmente, exporta a todo el mundo.
Entre sus fuentes de inspiración, aún hoy conviven múltiples vertientes, que cada temporada se renuevan y ensamblan como en un calidoscopio. Desde las revistas de arquitectura como Domus, que hojeaba en su hogar de la infancia con padres arquitectos, hasta las infinitas artesanías de diversas tradiciones que siguen siendo su pasión.