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Programación febrero 2013

CICLO

Duelo de titanes: Jean-Paul Belmondo vs. Lino Ventura

Durante todo el mes

En el cine europeo pocas presencias fueron tan reconocibles y carismáticas como las de Lino Ventura (1919-1987) y Jean-Paul Belmondo (n. 1933). Ambos deportistas y gustosos de interpretar sus propias escenas de riesgo, hicieron mayormente personajes que se definían a sí mismos por la acción física. Belmondo gustaba de interpretar expresivos charlatanes mientras que Ventura daba lo mejor de sí con una mirada severa y lacónica, pero ambos supieron salir de esos arquetipos cuando fue necesario o bien exacerbarlos hasta la perfección. Ambos tuvieron carreras en las que se alternaron con fluidez trabajos francamente comerciales con obras maestras de grandes directores. Y ambos llegaron a ser, sin reemplazo aún, íconos del cine europeo. Durante todo febrero estos titanes se miden en dieciséis films realizados, entre otros, por Peter Brook, Jacques Deray, Louis Malle, Jean-Pierre Melville, Claude Miller, Francois Truffaut y Henri Verneuil.

 

Jean-Paul Belmondo

Moderato Cantabile (Francia-1960) de Peter Brook, c/Jeanne Moreau, Jean-Paul Belmondo, Pascale de Boysson, Jean Deschamps. 95’.

Como ha escrito Tomás Eloy Martínez, este es “un verdadero film de escritor (si es que los hay), en el que se dan a fondo todos los datos que definen el universo de Marguerite Duras: el artificio poético y a la vez la trivialidad del diálogo, la actitud de espera y falta de entrega mutua en los personajes, la omisión más que la presencia del sentimiento, la indeterminación de espacio y de tiempo, la ausencia de lo que se entiende por acción psicológica. (...) Lo que Brook domina por sobre todo es la dirección de actores: deja que Moreau lance su avasalladora sugestión, la nostalgia de su rostro hermosísimo; maneja como se debe el intelectualismo interpretativo de Belmondo, extrae el jugo a la ternura de Didier Haudepin. Es hábil también para elegir equipo técnico y un ejemplo es la presencia del iluminador Thirard, cuyos grises pesados, otoñales, son de una poesía que a veces encandila al propio Brook. Es el mismo tipo de luz que todo lector de Moderato... ha conferido a la historia mientras la imaginaba”.

 

Un cura (Léon Morin, pretre, Francia /Italia-1961) de Jean-Pierre Melville, c/ Jean-Paul Belmondo, Emmanuelle Riva, Irene Tunc, Marielle y Patricia Gozzi, Monique Bertho, Monique Hennessy, Volker Schlondorff, Howard Vernon. 125’.

Durante los años de la ocupación alemana, la bella Riva (heroína de Hiroshima mon amour y ahora de Amour, de Haneke) trata de seducir al sacerdote Belmondo en esta brillante adaptación de la novela autobiográfica de Beatrice Beck. El director Melville no pertenecía generacionalmente a la contemporánea nouvelle vague, pero eso no le impidió realizar un film que desarrolló con gran sensibilidad muchos de los temas y preocupaciones recurrentes de ese movimiento.

 

Cartouche (Ídem., Francia / Italia-1962) de Philippe de Broca, c/Jean-Paul Belmondo, Claudia Cardinale, Jess Hahn, Marcel Dalio, Jean Rochefort, Philippe Lemaire. 114’.

El personaje fue real, una especie de Robin Hood de la Francia pre-revolucionaria, y ya había inspirado otras películas anteriores, pero ninguna tuvo el dinamismo y el encanto que Philippe de Broca supo imprimirle a su versión. El realizador inauguró con este film toda una línea de acción y aventuras, generalmente ambientadas en el pasado, que marcaron el resto su filmografía con y sin Belmondo. Fue prácticamente el único cineasta que logró actualizar, a fuerza de convicción y sentido del humor, un género que el cine de esa época había desatendido.

 

Morir matando (Le doulos, Francia-1962) de Jean-Pierre Melville, c/Jean Desailly, René Lefévre. Marcel Cuvelier, Philippe March. 108’.

“Al comenzar el film, un hombre camina por la calle. ¿Quién es? ¿Qué quiere? Viste piloto y sombrero y parece salido de una película norteamericana de gángsters, un género que Melville admiraba. El extenso travelling que lo acompaña pinta un retrato ominoso, usando niebla y sombras con gran eficacia. Y de pronto lo vemos en un plano sorprendente, al pie de la escalera de una casa. Ya estamos intrigados y aún no se nos dijo realmente nada. Es la primera de las muchas secuencias absorbentes del film. Hay un guión sólido que resulta atractivo aunque en sí mismo no es nada excepcional. Es Melville quien lo vuelve especial con su extraordinaria dirección, proporcionándonos un sinfín de imágenes y secuencias cinematográficas que no olvidaremos”. Fragmento de un texto de Clark Douglas.

 

El ladrón de París (Le voleur, Francia-1967) de Louis Malle, c/Jean-Paul Belmondo, Geneviève Bujold, Marie Dubois, Julien Guiomar, Paul Le Person. 120’.

París, a comienzos del siglo XX: Georges (Belmondo) es educado por un tío que se ocupa de despilfarrar su herencia y hacer que la chica que ama se case con otro. Como venganza, Georges roba las joyas de la familia de su ex novia y a partir de ese momento, le toma el gusto y termina convirtiéndose en un ladrón profesional. Basada en la novela de Georges Darien, escritor francés que simpatizaba con el anarquismo y escrita por Jean-Claude Carrière, guionista habitual de Buñuel, en El ladrón no hay institución que se salve, comenzando por la iglesia y los militares y abarcando a toda la burguesía en general. Sin embargo, lo preponderante en esta mezcla de policial, film de aventuras y comedia no es la crítica social sino la maravillosa reconstrucción de época y la presencia de la canadiense Geneviève Bujold (Pacto de amor, de Cronenberg, entre muchas otras) en su mejor momento. Uno de los films menos vistos de Louis Malle, se exhibe copia en 35mm que conserva intactos sus colores.

Texto de Fabio Manes.

 

La sirena del Mississippi (La sirene du Mississippi, Francia-1969) de François Truffaut, c/Catherine Deneuve, Jean-Paul Belmondo, Michel Bouquet, Nelly Borgeaud. 123’.

Una mujer que no es lo que parece seduce a un hombre rico y lo arrastra fatalmente en direcciones imprevisibles. La trama se basa en una novela de William Irish y el realizador logra un resultado extraño, que tiene valores aparentemente contradictorios: la estructura de la trama y la resolución formal de ciertas situaciones recuerdan a Hitchcock, pero la espontaneidad del tono y la desdramatización de situaciones extremas están cerca de Jean Renoir, a quien el film está dedicado. Pero el final es puro Truffaut y para reforzarlo transcurre en la misma locación que la última parte de su segundo largo, Disparen sobre el pianista. Y como pasaba allí, lo que aquí se cuenta es, ante todo, una historia de amor.

 

El magnífico (Le magnifique, Francia-1973) de Philippe de Broca, c/Jean-Paul Belmondo, Jacqueline Bisset, Vittorio Caprioli, Monique Tarbes. 95’. Doblada al castellano.

Belmondo y De Broca hicieron juntos varios films que combinan con eficacia el humor y las aventuras. La clave del éxito de esa combinación se encuentra sin duda en el gusto de ambos por el cine de aventuras de los ’20 y los ’30 y en una divertida autoconsciencia. La culminación de ese estilo fue El magnífico, donde director y estrella desmantelaron el universo de los superespías puesto en boga desde diez años antes por el éxito de la saga Bond.

 

Los Buitres (Les Morfalous, Francia-1984) de Henri Verneuil, c/Jean-Paul Belmondo, Jacques Villeret, Michel Constantin, Michel Creton, Matthias Habich, Marie Laforet. 106’.

A través de la figura de Jean-Paul Belmondo se puede contar la historia del cine francés con sus altos y bajos. O al menos, una parte importante. Desde sus comienzos como actor relacionado directamente con la Nouvelle Vague, hasta su transformación en un galán muy particular y en héroe de acción for-export, pasaron muchos títulos de las más variadas calidades. La historia de esta película transcurre en Túnez, 1943. Belmondo, quien pasa mucho tiempo en musculosa, es un soldado de la Legión Extranjera (verdadero invento cinematográfico) que debe proteger un botín (los siempre incómodos lingotes de oro) de las garras de los malvados alemanes. Texto de Marcelo Alderete y Pablo Conde.

 

Lino Ventura

Ascensor para el cadalso (Ascenseur pour l’échafaud, Francia-1958) de Louis Malle, c/Jeanne Moreau, Lino Ventura, Maurice Ronet, Georges Poujouly, Yori Bertin, Jean Wall. 88’.

Una mujer y su amante planean y ejecutan el asesinato del marido de ella pero el destino interviene de modos imprevistos y lo complica todo. Antes que reflexionar sobre el lenguaje, como hacían sus contemporáneos de la Nouvelle vague, es evidente que a Malle le interesó lograr suspenso de manera clásica. Como él mismo afirmó después, el film surgió como resultado combinado de su admiración por el estilo de Bresson y su deseo de hacer una película como las de Alfred Hitchcock.

Un testigo en la ciudad (Un temoin dans la ville, Francia-1959) de Edouard Moulinaro, c/Lino Ventura, Sandra Milo, Franco Fabrizi, Jacques Berthier. 86’. Doblada al castellano.

Hay una linda idea en esta anécdota policial francesa. Después de cometer un crimen que no dejará rastros, Lino Ventura se da cuenta de que un chofer de taxi (Franco Fabrizi) lo ha visto en un lugar sospechoso y entonces decide eliminarlo, para lo cual lo persigue por toda la ciudad. Durante buena parte de ese procedimiento, Fabrizi no es consciente de su propia importancia y es por tanto una víctima que ignora su persecución. (...) La anécdota no importa mucho, pero prende fácilmente en el espectador. Motivo principal de esa eficacia es el despliegue de virtuosismo y la narración detallada en que insiste el director Molinaro, (que) parece deleitarse en cada armario que se abre, cada movimiento de una mano, cada paso que se da, cada gesto de sus principales personajes. Y aunque esa minucia corre el riesgo de hacer muy lenta la acción (hay dos o tres minutos perdidos en lo que no importa) por lo general funciona orgánicamente, como un verdadero desarrollo de la situación.

Texto de Homero Alsina Thevenet.

Un taxi para Tobruk (Un taxi pour Tobrouk, Francia-1960) de Denys de La Patelliere, c/Hardy Kruger, Lino Ventura, Maurice Biraud, Charles Aznavour, Germán Cobos. 95’.

Tras realizar un operativo militar, un grupo de soldados aliados debe atravesar el desierto para reunirse con su batallón. En el camino deben enfrentar numerosos riesgos, como sortear campos minados, encallar en la arena, capturar a -y ser capturados por- un oficial alemán. Hay ecos del clásico Sahara en este film, sobre todo en la relación con el enemigo y en la camaradería entre el grupo de hombres. La variante principal es que les falta el oficial a cargo y ese puesto debe asumirlo a regañadientes un cabo (Ventura) que se sabe por debajo de las circunstancias. El film, un éxito en el momento de su estreno pero muy poco visto después, se destaca además por un excelente empleo de la pantalla ancha.

El último suspiro (Le deuxième souffle, Francia, 1966) de Jean-Pierre Melville, c/Lino Ventura, Paul Meurisse, Raymond Pellegrin. 130’.

La amistad masculina y los códigos de honor entre bandidos son los ejes sobre los que Melville hace funcionar esta obra, con un sentido tan ascético de la aventura que se lo ha comparado con el cine de Bresson. A partir de esta película, Melville fue al género policial lo que Sergio Leone al western: renovó sus fatigadas convenciones estilísticas y temáticas y le devolvió así una vitalidad que parecía extinguida. La copia que se verá -la única que se encuentra disponible en nuestro país- es la de distribución internacional, algo más breve que la original.

Una mariposa sobre el hombro (Un papillon sur l’épaule, Francia-1978) de Jacques Deray, c/Lino Ventura, Claude Auger, Paul Crauchet, Jean Bouise, Nicole Garcia. 95’.

Si alguna vez Buñuel hubiese filmado un policial, es probable que se pareciera a Una mariposa sobre el hombro. De hecho, uno de los placeres del film es encontrar buñuelismos que los guionistas Jean-Claude Carriere y Tonino Guerra situaron en distintos puntos de la historia. Su planteo es hitchcockiano: el hombre inocente que se encuentra involucrado en una trama criminal sin quererlo, sin entenderla y sin lograr que nadie le crea. Pero está escrita eliminando deliberadamente todas las explicaciones racionales que suelen ser lo menos interesante de los films de Hitchcock. Ni siquiera se sabe qué contiene la valija que opera como macguffin movilizador de todos los acontecimientos. El protagonista (que nos importa desde la primera escena porque está interpretado por Lino Ventura) sigue la invisible línea de puntos marcada por "ellos" sin alcanzar solución ni aclaración alguna y con la única posibilidad de ofrecer resistencia, al menos hasta cierto punto.

Ciudadano bajo vigilancia (Garde a vue, Francia-1981) de Claude Miller, c/Lino Ventura, Michel Serrault, Romy Schneider, Guy Marchand. 86’.

Casi toda la acción transcurre durante una noche, en una comisaría, y se presenta como un duelo de voluntades entre un posible criminal y un detective, que procura descubrir sus misterios. Pronto el film se revela como un verdadero tour de force para sus dos inmensos protagonistas, Serrault apostando a la ambigüedad de gestos y frases, y Ventura atravesándolo con una de las miradas más agudas de la historia del cine.

Bumerang (Le rouffian, Francia / Canadá-1983) de José Giovanni, c/Lino Ventura, Bernard Giraudeau, Claudia Cardinale, Béatrix Van Til, Pierre Frag. 108’.

Es “una de acción”, al estilo del clásico Los aventureros (escrita por Giovanni), con dos extensas situaciones de aventura al comienzo y al final, y una zona central dedicada con entusiasmo a la amistad que une a los principales protagonistas. Con 63 años a cuestas, Ventura aún hace sus propias escenas de riesgo, incluyendo una secuencia en una catarata y otra escena increíble donde camina en equilibrio sobre las bolas de una mesa de billar. Está cargada de acción analógica, personajes que importan y alegría sin fin. Ya no las hacen así.

Cien días para un crimen (Cento giorni a Palermo, Italia / Francia-1984) de Giuseppe Ferrara, c/Lino Ventura, Giuliana de Sio, Lino Troisi, Stefano Satta Flores. 100’.

El film reconstruye con rigor documental el muy desparejo combate contra la mafia que emprendió en Sicilia el prefecto Dalla Chiesa (Ventura) durante un par de meses de 1982. El director Ferrara tenía fuertes antecedentes en el cine político más delirante y barroco (véase En las garras del poder, que aunque está hecha en 1975 termina con una inolvidable imagen del World Trade Center ensangrentado) pero en este caso decidió atenerse a la documentación del caso Dalla Chiesa con la mayor precisión posible y logró un film de extrema sobriedad, cuyo anunciado final es la consecuencia obvia pero indemostrable de la corrupción política.

 

FILM DEL MES LXXIXV

La chica del Sur de José Luis García (Argentina, 2012)

Viernes y sábados a las 22:00

En 1989 José Luis García participa del XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se realiza en Pyongyang, Corea del Norte. Un evento político auspiciado por la URSS apenas tres semanas después de la masacre de miles de estudiantes en la Plaza Tien An Men de Beijing y cuatro meses antes de la caída del Muro de Berlín.

García registra con una cámara VHS prestada el paisaje surrealista de aquel verano en el que miles de jóvenes llegados desde todas partes del mundo tomaron por asalto el lejano “Reino Ermitaño”.

El foco de su mirada cambia cuando Lim Sukyung, una joven activista política, llega de manera clandestina a Pyongyang -obligada a dar la vuelta al mundo para poder llegar al norte de su propio país- representando a los estudiantes de Corea del Sur en el reclamo de la reunificación pacífica de todo el pueblo coreano.

Cuando el Festival termina, Lim Sukyung se niega a volver al sur a través de un tercer país y desafía a las más altas autoridades militares del Norte y del Sur de Corea y de las Naciones Unidas cruzando a pie la frontera más vigilada del planeta*; concentrando en ese gesto verdaderamente revolucionario toda su voluntad de sacrificio por un ideal.

Mucho tiempo después, el colapso de las ilusiones juveniles guiarán la búsqueda del realizador, fascinado por el recuerdo de la “Flor de la Reunificación”, con quien se reencuentra en Seúl veinte años más tarde.

Sitiada por el acoso de una sociedad todavía en guerra, Lim Sukyung terminará por revelar el profundo e inesperado vínculo que la une a un completo extraño llegado desde el otro lado del mundo.

PALABRAS DEL DIRECTOR

“En mi adolescencia, a fines de los años ‘70 en Argentina, durante la última dictadura militar, me enseñaron que “revolucionario” y “subversivo” eran malas palabras. Me enseñaron esto en la escuela y me bombardeaban con la idea desde la TV. También en mi casa, envuelta en una atmósfera de miedo por aquellos años. Esas dos palabras siembre iban ligadas maliciosamente a una tercera: “marxista”. La idea del Marxismo Internacional era algo temible de lo que había que protegerse. 

A mediados de los ’80 volvió la democracia a la Argentina y empecé a estudiar cine y a hacer cortos en Súper 8. Con uno de ellos viajé a un festival de cine amateur en Cipolleti, Rio Negro. Ahí conocí a una chica que recién había salido del colegio, como yo, y estudiaba periodismo. Nos enamoramos. En los meses siguientes viajé varias veces para verla hasta que uno de los viajes fue muy breve: “Hola… Chau”. Creo que por primera vez sentí que se acababa el mundo.

Un par de semanas más tarde no dudé en negociar con mi hermano mayor -sumergido en los avatares de la política local- la posibilidad de ocupar su lugar en una excursión a las antípodas, el lugar más cercano al que quería ir.

Cuando llegamos a Norcorea el miedo acerca de los revolucionarios marxistas se desvaneció rápidamente. No había nada que temer de esos miles de jóvenes que llegaban desde todas partes del mundo. No eran diabólicos y hasta simpatizaba con la mayoría de sus consignas, no importaba cuan utópicas fueran. La mayoría de ellos no sólo criticaba a viva voz al Imperialismo norteamericano, sino que también criticaban en voz baja, o con silencios explícitos, al Imperialismo Soviético que financiaba el Festival y al totalitarismo Norcoreano que lo organizaba. Y hasta al gobierno chino, que acababa de asesinar a cientos de estudiantes que protestaban contra la burocracia en el poder al grito de La internacional.

Casi todos tenían una intención reprimida de subvertir un orden que consideraban injusto. Faltaban sólo cuatro meses para que cayera el Muro de Berlín y un par de años más tarde la disolución de la URSS terminó de dejar claro que el sentido de algo revolucionario tenía que ser buscado más allá de las estructuras estancadas y corrompidas del socialismo real, que lamentablemente también había arrastrado en sus ruinas las mejores utopías.

Hubo una sola persona, Lim Sukyung, la chica del sur, que transformó para siempre, con sus gestos verdaderamente subversivos y revolucionarios, mi recuerdo de aquel verano del ’89.

Desde una edad en la que las pasiones políticas pueden llegar a entremezclarse de manera vehemente con los amores que uno cree que duraran por siempre, hasta un tiempo en el que -como reflexiona el célebre historiador Eric Hobsbawm- no sólo no sabemos dónde vamos sino que tampoco sabemos hacia donde deberíamos ir.”

Ficha técnica

Dirigida y producida:

José Luis García 

Guión:

José Luis García y Jorge Goldenberg

Productor ejecutivo:

Gabriel Kameniecki

Productores asociados:

Roberto Bonomo, Geo Orellana y Luciano Quilici

Edición: 

Alejandra Almirón, Alejandro Carrillo Penovi y José Luis García

Postproducción de sonido:

Martin Grignaschi, La Burbuja sonido

Música:

Axel Krygier

Sonido directo (en Corea del Sur):

Kim Yul-su

Cámara:

José Luis García:

Cámara adicional (en Corea del Sur):

Kim Tae-jung, Park Jae-in y Gabriela Cristina Chirife

Directora de postproducción: 

Luciana Sternberg

Postproducción de imagen:

Sebastián Toro, Bruno Fauceglia, Rodrigo Silvestri y Alejandro Pérez / Sinsistema

Gráfica:

Gabi Stern

Con:

Lim Sukyung y Alejandro Kim

Argentina, 2011- 94 minutos

ESTRENO

Cracks de nácar de Daniel Casabé y Edgardo Dieleke (Argentina, 2012)

Desde el jueves 14 a las 20:00

La mayoría de los botones nacieron con el triste destino de abrochar prendas. Unos pocos, para brillar en una cancha.

La primera extrañeza que hay que atravesar es la del título, que parece en otro idioma. Crack es una voz inglesa, ya aceptada en la Real Academia Española, que significa “deportista de extraordinaria habilidad”. Y el nácar es una sustancia orgánico-inorgánica que se usa, entre otras cosas, para hacer botones. Segunda extrañeza: ésta es una película sobre botones (de los de la ropa, pero fuera de ella) que juegan al fútbol. ¿Fútbol con botones? Sí, pero los botones no se mueven solos sino que son movidos por Rómulo Berruti y Alfredo Serra, veteranos periodistas, amigos de larga data, eximios conversadores (y bebedores de whisky) y apasionados de los botones futbolistas. No cualquier botón es un crack, y tanto es así que los elegidos son personalizados y bautizados con nombres como Bordenave o Rojas. Cracks de nácar es una película sobre un juego singular, pero también, y sobre todo, un plácido, fluido retrato de una amistad unida por el placer de la anécdota, la conversación afilada, la mirada zumbona sobre el mundo, y con la sofisticada inteligencia (que comparten Berruti, Serra y el film) de reírse de uno mismo.

Ficha técnica

Dirección y Guión

Daniel Casabé - Edgardo Dieleke

Producción

Daniel Casabé - Ariel Cheszes

Dirección de Fotografía

Alejandro Petrecco

Montaje

Andrés P. Estrada - Daniel Casabé

Dirección de Arte y Diseño Gráfico

Miguel Seo

Animación

Mario Martinelli

Música Original

Andrés Drimer

Diseño de Sonido

Pablo Duchovny

Elenco

Rómulo Berruti - Alfredo Serra - Antonio Esnai Da Silva Fonseca - Henrique

Lourenco - Mara Sala

Argentina, 2011 – 80 minutos

 

ESTRENO

La culpa del cordero de Gabriel Drak (Argentina-Uruguay, 2013)

Domingos a las 20:00

 

Jorge y Elena han estado casados durante treinta y cinco años. Ante la reciente jubilación de Jorge, la pareja ha decidido hacer un cambio fundamental en su vida y para comunicárselo al resto de la familia convocan a sus cuatro hijos a un asado en el lugar habitual de todas las celebraciones familiares: una hermosa chacra cerca del mar.  La mañana de domingo se entrecorta con la llegada de cada hijo, y la jornada parece transcurrir en aparente calma y armonía. Pero a medida que pasan las horas y los brindis, los secretos familiares comienzan a ver la luz y ya nada será igual. Y siempre habrá tiempo para una última sorpresa...

Ficha técnica

Guión y dirección: 

Gabriel Drak

Producción ejecutiva:

Gabriel Drak/ Mario Viera

Productora asociada:

Mónica del Bosco

Dirección de fotografía: 

Raúl Etcheverry

Jefe de producción:

Mario Viera

Dirección de arte:

Sebastián Manuele

Diseño de sonido:

Marcelo Brouard

Música:

Carlos García

Montaje:

Gregorio Rosenkopf

Elenco:

Ricardo Couto- Susana Groisman– Rogelio Gracia- Lucía David de Lima- Mateo Chiarino- Andrea Vila- Agustín Rodríguez

Una producción de

Bopahta Films 

Con el apoyo de

Pi Films Argentina, Montevideo Socio Audiovisual y Fondo de Incentivo cultural

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Escuela normal, de Celina Murga

(Argentina, 2012)

Sábados a las 18:00

Centenares de niños y adolescentes asisten a clases en la Escuela Normal de Paraná. Un grupo de chicos lleva adelante las elecciones para el centro de estudiantes; una jefa de preceptores lidia con los conflictos cotidianos de la escuela; los docentes discuten sobre los problemas de la educación; una asociación de ex-maestras se reúne para recordar tiempos pasados. Mientras tanto, el estudio, el tedio, los conflictos, las rebeliones. Situaciones que muestran la difícil comunicación entre adultos y jóvenes pero también posibles lazos de unión. Una escuela en la que se refleja el pasado, el presente y el futuro de un país.

Ficha técnica 

Dirección

Celina Murga

Guión

Celina Murga / Juan Villegas

Producción ejecutiva

Juan Villegas / Inés Gamarci

Jefa de producción

Florencia Scarano

Sonido

Federico González

Sonido directo

Federico Vitor

Montaje

Juan Pablo Docampo

Dirección de fotografía y cámara

Fernando Lockett

Argentina, 2012 – 88 min.

 

NOTAS DE LA DIRECTORA

La Escuela Normal - la escuela que elegí mostrar - ha sido especialmente importante porque fue la primera escuela que buscó "estandarizar" la educación en la historia de la Argentina, bajo el mandato del presidente Domingo Faustino Sarmiento, en 1871. En ese momento, los inmigrantes llegaban a la Argentina de distintos lugares del mundo y era necesario "normalizar" la mezcla de culturas, para crear una sociedad argentina de carácter oficial. "Normal" se refiere a normas o estándares, que Sarmiento quería establecer a través de la educación para determinar lo que significaba ser argentino. El año pasado, la Argentina celebró su aniversario número 200 y yo sentí que era importante reflexionar sobre lo que se aspiraba en la época del nacimiento del país, en relación con la situación actual. Desde un lugar más personal, tengo que decir que esta escuela es también el lugar donde me eduqué.

Me concentré en los estudiantes que están en su último o anteúltimo año de secundaria, entre las edades de 16 y 18 años. Están terminando la escuela, lo que implica una etapa crítica de sus vidas. Y ellos son conscientes de su futuro. Saben que pronto tendrán que tomar decisiones importantes sobre sus vidas, lo que es ciertamente complicado.

La mayoría de los docentes en la Argentina tienen ideas preconcebidas acerca de los estudiantes secundarios. Piensan que son perezosos o indiferentes, pero yo no percibí eso, para nada. Los estudiantes que observé y seguí en el documental son personas motivadas y comprometidas. Las elecciones para el Centro de Estudiante avanzaban y podíamos observar el esfuerzo que ponían en la campaña y las ganas por mejorar la vida de la escuela.

Me alegré mucho de encontrar estudiantes apasionados, que tienen ideas concretas y la motivación para llevarlas a cabo. Dicho esto, también es cierto que el día a día de la vida de los estudiantes en la Escuela es realmente caótico. El edificio de la escuela fue pensado para alojar 800 estudiantes, pero actualmente hay más de 1.600 inscriptos. También sucede que  muchos profesores no se presentan para dar sus clases, lo que obliga a los estudiantes a sentarse en las aulas sin nada que hacer o a pasar su tiempo socializando en los pasillos.

Este es mi primer documental. ¿Cómo me acerco a un documental en comparación con una película de ficción? La diferencia más grande reside en no tener el control de los resultados. Hay una estructura prevista y uno tiene cierta idea de cómo saldrán las cosas, pero hay que dejar que la situación se desarrolle y confiar en que la vida real será interesante expuesta en la pantalla. Todas mis películas son sobre la captura de la realidad. Eso era lo que más disfruté de la filmación de un documental.

 

 

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Blackie, la película, de Alberto Ponce

(Argentina, 2012)

Domingos a las 18:00

 

Paloma Efrón, más conocida como "Blackie", fue una de las mujeres argentinas más destacadas del siglo XX, sobre todo por sus aportes al desarrollo de la televisión. Pocos conocen sus inicios como cantante de jazz o sus incursiones en el cine y el teatro. Este documental busca recordarnos no sólo la figura de una periodista singular sino el profesionalismo que sostuvo durante su larga trayectoria, evocándola a través de una de sus habilidades más destacadas: la conversación. Dora Baret da vida a la protagonista de un relato que combina testimonios con recreaciones y un amplio material de archivo, cruzando lenguajes y líneas temporales para reconstruir la vida fascinante de esta auténtica pionera.

 

Ficha técnica:

Ficha técnica:

Voz de Blackie: Dora Baret

Dirección: Alberto Ponce

Guión: Alberto Ponce, Diego Sabanés

Basado en el libro “Recuerdos y memorias de Blackie”, de Ricardo Horvath

Colaboración en el guión: Matilde Michanié. La idea de hacer una película sobre Blackie se la debemos a Stella Maris Ponce 

Investigación Periodística y Archivos: Lucía Horvath, Alejandra Waigandt

Producción Ejecutiva: Alberto Ponce

Jefa de Producción: Miranda de Sá Souza

Director de Fotografía: Fernando Marticorena

Director de Fotografía en Entre Ríos: Guillermo  “Gurí”  Saposnik

Montaje: Vanina Cantó Soler

Sonido Directo: Andrés Marks

Música Original: Pablo Polidoro

Diseño sonoro y Mezcla: Leandro de Loredo (Tres Sonido)

Dirección de Arte: Carla Muzykantski

On Line y VFX: La Sociedad Post

Entrevistados: Ricardo Horvath, Hinde Pomeraniec, Marta Tedeschi, José Martínez Suarez, Susana Rinaldi, Sergio Pujol, Carlos Ulanovsky, Tito Bajnoff, Fanny Mandelbaum, Leocadia Padilla, Ramona Díaz, Pepe Cibrián Campoy, Dina Rot, Segismundo Holzman, Luis Pedro Toni

 

Elenco:

Periodista Joven:              Nicolás Gil Lavedra

Voz del Periodista Joven:   Guido Pécora

Blackie niña:                   Sofía Eckerdt

Blacie joven:                   Macarena Ronnow

Blackie adulta:                 Graciela Mannucci

Jedidio Efron:                  César Custodio

Horvath joven:                Matías Riccardi

Enfermera 1:                  Miranda de Sa Souza

Enfermera 2:                     Lucía Horvath

 

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Papirosen, de Gastón Solnicki

Viernes a las 20:00

 

“Moldeando cerca de 200 horas de material grabado durante más de una década en un retrato de familia a la vez épico e íntimo, el joven Solnicki eleva el home movie al nivel de un arte. Cuatro generaciones de su clan son capturadas en vacaciones y reuniones familiares, así como en pequeños momentos cotidianos. Excavando en los archivos familiares e incorporando las vivencias de su abuela Pola, sobreviviente del holocausto, Solnicki elabora una afectiva y profunda meditación sobre el significado de la familia y el peso de la historia.”

Denis Lim, Museum of the Moving Image

 

Hans Hurch, director de la Viennale:

“Una película exorcista.”

 

Gerwin Tamsma, Internacional Film Festival Rotterdam:

“Un film sorprendentemente sincero y conmovedor, que gracias a la osadía del montaje y a la hermosa, a veces, impresionista fotografía, trasciende el género del documental autobiográfico.”

 

Mark Peranson, Cinema Scope:
“El último uso del material de archivo en la película es un verdadero hallazgo, y puede ser incluso un ejemplo del cine en su estado puro. Realmente admito que pese a que odie los Bar Mitzvahs, la escena me eriza la piel cada vez que la veo. La más fabulosa secuencia de baile de Bar Mitzvah jamás vista. “

Jay Kuehner, Cinema Scope: 
“Papirosen despliega cuatro generaciones de historia centrándose en puntos inesperados. Una obra única de historiografía que se sumerge al mismo tiempo en las sombras del pasado y en las viscisitudes del presente.  Es menos un homenaje que una elegía ambivalente desprovista de sentimentalismos donde la silenciosa devastación merodea cada detalle.”

Robert Koehler, Film Comment:
“Un excelente videologue  al desnudo de su familia.”

Horacio Bernades, Página/12:
“En lugar de seguir un hilo, la deslumbrante película de Solnicki prefiere dispersarse, ir hacia todos los confines en los que el cine o la narración le brinden refugio.”

Quintín, La lectora provisoria:
“Papirosen es tal vez el mejor retrato de familia del cine argentino: una película única basada en un material infinito, procesado por un montaje obsesivo e implacable.”

Roger Alan Koza, Ojos bien abiertos:
“Esta notable reinvención de la home-movie propone una dialéctica misteriosa y sensible entre la gran historia y la vida cotidiana, y sugiere así un punto de intersección difuso entre la intimidad y los acontecimientos que determinan el devenir de los pueblos.”

 

Ficha técnica

Director

Gastón Solnicki


Editora

Andrea Kleinman


Productor Ejecutivo

Pablo Chernov


Diseño de Sonido

Jason Candler


Compañía Productora

Filmy Wiktora


Elenco

Pola Winicki, Victor Solnicki, Mirta Najdorf, Yanina Solnicki, Alan Solnicki, Mateo Tarlowski, Lara Tarlowski, Sebastián Tarlowski.

Argentina, 2011. 74'

 

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Cornelia frente al espejo, de Daniel Rosenfeld

Sábados a las 20:00

Una joven mujer, Cornelia, llega a la antigua casona paterna para suicidarse. Pero es continuamente interrumpida, disuadida, por imprevistas apariciones: una misteriosa niña, un ladrón, un amante. ¿Es que el veneno ya hizo efecto? ¿O es que Cornelia cayó del otro lado del espejo?

Como en una trágica versión de la Alicia de Lewis Caroll, Cornelia avanza por un mundo extrañado, donde habitan la inocencia y la crueldad, el amor y lo siniestro. La película, basada en el cuento homónimo de Silvina Ocampo, es una inusual apuesta cinematográfico-literaria: sus diálogos pertenecen íntegramente al cuento original.

En Cornelia no hay certezas de identidad, sino la certeza de ser habitada por otras voces. Es con esas voces, reflejos, que ella reinventa una y otra vez su propia historia.

 

FICHA TÉCNICA

Dirección

Daniel Rosenfeld

Guión adaptado

Eugenia Capizzano y Daniel Rosenfeld

Diálogos

Silvina Ocampo

Dirección de Fotografía

Matías Mesa

Música

Jorge Arriagada

Diseño de sonido

Gaspar Scheuer

Sonido directo

Nicolás Tabárez

Montaje

Lorenzo Bombicci

Arte

Daniel Rosenfeld

Vestuario

Abril Bellati y Fátima Zorraquin

Asistente de dirección

Alejo Santos, Roberto Ceuninck, Fernando Alcalde

Elenco

Eugenia Capizzano, Leonardo Sbaraglia, Rafael Spregelburd, Eugenia Alonso, Estefanía Conejo

Producida por

Daniel Rosenfeld Films con argentinacine, INCAA, Hubert Bals Fund

Jefe de producción

Federico Prado

Co-productor ejecutivo

Javier Leoz

Argentina, 2012 – Duración 103 minutos

 

De Jorge Luis Borges sobre Silvina Ocampo

 

“Es curioso que sea yo, cuya manera de narrar consiste en retener sólo elementos esenciales, quien presente (...) una obra tan sabia, tan irisada, tan compleja y mesurada a la vez (...) En los relatos de Silvina Ocampo hay un rasgo que aún no he llegado a comprender: es su extraño amor por cierta crueldad inocente u oblicua; atribuyo ese rasgo al interés, al interés asombrado que el mal inspira a un alma noble.” (Prefacio a la antología Faits divers de la Terre et du Ciel, Paris, 1974. Traducción de Enrique Pezzoni.)

“Silvina Ocampo nos propone una realidad en la que conviven lo quimérico y lo casero, la crueldad minuciosa de los niños y la recatada ternura, la hamaca paraguaya de una quinta y la mitología. (...) Le importan los colores, los matices, las formas, lo convexo, lo cóncavo, los metales, lo áspero, lo pulido, lo opaco, lo traslúcido, las piedras, las plantas, los animales, el sabor peculiar de cada hora y de cada estación, la música, la no menos misteriosa poesía y el peso de las almas de que habla Víctor Hugo. De las palabras que podrían definirla, la más precisa, creo, es genial.”

 

CRÍTICAS

CAHIERS DU CINÉMA  (Francia)

"Cornelia frente al espejo abre salidas inesperadas hacia lo imaginario (...) Adaptación de una novela de Silvina Ocampo (la historia de una joven mujer decidida a poner fin a sus días en la gran mansión familiar y que se enfrenta a extraños visitantes, a su vez espectros del pasado y proyecciones de su personalidad), la película exhala, gracias a su sentido mínimo de la ilusión y a la frescura de su interpretación, un verdadero encanto a lo Lewis Carroll, esquivando las trampas del romanticismo mórbido.”

Joachim Lepastier, La jungle de Rotterdam 

 

IL MANIFESTO  (Italia)

"IRREVERENTE POESÍA. Inspiración literaria, un gusto por la puesta en escena abstracta y exasperada. La tendencia más libre en esta edición del Festival de Rotterdam en títulos como Cornelia frente al espejo de Daniel Rosenfeld.

(...) Cornelia frente al espejo tiene inspiración literaria, el libro de Silvina Ocampo Cornelia frente al espejo, fue adaptado por Eugenia Capizzano, que es su protagonista, y por el director Daniel Rosenfeld (La Quimera de los héroes  –Festival de Venecia–). Y esta complicidad es indispensable, es aún más la materia misma del film, cuyo flujo de sonoridad contemporánea –la música es de Jorge Arriagada, compositor también de Raúl Ruiz– se concentra en las palabras del texto. ¿Cómo pronunciarlas, y cómo convertirlas en imagen y fisicidad de actor dentro de la pantalla, o sea en un movimiento que no es el mismo que el de una lectura en el escenario? Eugenia Capizzano casi danza con las palabras, un ballet mecánico de surrealismo. Ella es Cornelia, la joven que quiere suicidarse. Llegó a la vieja casa de su infancia para hacerlo pero es continuamente detenida por súbitas apariciones: una niña, un ladrón,

un amante… ¿Ustedes son fantasmas?, les pregunta Cornelia, y tal vez el veneno ya hizo efecto. O tal vez cayó al otro lado del espejo, dentro de ese infinito encuadre de lo posible que es el cine."

 

Cristina Piccino, Irriverente poesia

 

DAILY TIGER  (Holanda)

 

“Cornelia frente al espejo es una atmosférica adaptación de una gema literaria.

Filmada exclusivamente en una casona de Buenos Aires, la película de Daniel Rosenfeld es un inquietante y cautivador drama sobre Cornelia, una joven y rica mujer que llega allí decidida a suicidarse (Eugenia Capizzano en una conmovedora interpretación de notable aplomo).

Es un film admirable. Sucesivos encuentros que la melancólica Cornelia mantiene con tres diferentes extraños que la sorprenden en la casa: la película tiene una elegancia clásica y atrapa en un encantamiento de ensueño.”

Edward Lawrenson, Through the looking glass

 

Fundación Hubert Bals  (Holanda)

“La "flor y nata" del talento actoral argentino colaboró en esta ficción debut del premiado director de documentales Daniel Rosenfeld. Elegante y misterioso drama sobre una joven y bella mujer que quiere suicidarse en su casa paterna y recibe visitantes que intentarán que cambie de idea.

Con Cornelia frente al espejo, Daniel Rosenfeld hace una meticulosa, elegante y opresiva película literaria. La historia de Silvina Ocampo, en la cual se basa la película, es acerca de los espejos y de la posibilidad de que no tengamos una sola personalidad sino varias. En este sentido, mirarse en el espejo podría ser una metáfora del proceso creativo. Al mismo tiempo, esta contemplativa y misteriosa película, narra las últimas horas trágicas, irónicas y románticas de la vida de Cornelia.”

Pauline Kleijer

 

Graciela Speranza:

“Hasta Cornelia frente al espejo de Daniel Rosenfeld, cualquier intento de llevar al cine la perturbadora extrañeza de Silvina Ocampo parecía condenado al fracaso. Decía Bioy que la literatura de Silvina no se parece a nada, como si ningún otro escritor la hubiese influido y solo se hubiese influido a sí misma. Hay ahí quizás una clave de la secreta fidelidad de Rosenfeld: su Cornelia no se parece a nada, no tiene género ni tiempo precisos, no es realista ni fantástica, y sin embargo ha conseguido darle una claridad asombrosa a los devaneos de la imaginación y el sinsentido de las pasiones. El prodigio le debe mucho a la exquisita atención al detalle, que hace brillar lo real en todo su esplendor. También a Eugenia Capizzano, que no sólo es Cornelia como si el personaje de Silvina hubiese estado esperándola, sino que persuade al resto de los actores y encanta la casa toda. El efecto es perdurable. Se sale de la película como de uno de esos sueños absurdos pero abrumadoramente reales, que nos habitan durante días porque guardan la clave de algo esencial.”

 

Marcelo Cohen:

“El estado de transporte que suscita Cornelia frente al espejo es a la vez una apertura completa de la atención. Rosenfeld lo consigue diluyendo la agitación del tiempo mental en un espacio tan diáfano, tan matizado, que todo lo mucho y sinuoso que dicen los personajes (los fabulosos actores) se recibe con una claridad inusitada. No es sólo que uno entienda esa tragicomedia del disparate amoroso, el malentendido de las fantasías y la muerte; mientras la película dura, uno es la película; y en buena medida después también.”

 

TRASNOCHES

David Lynch X 5

Viernes y sábado a las 24:00

Cinco de los mejores films de David Lynch, uno de los referentes del cine contemporáneo, se podrán ver en las trasnoches de diciembre, incluyendo una copia nueva en 35mm. de su magistral Terciopelo azul.

 

El hombre elefante (The Elephant Man, EUA-1980) de David Lynch, c/Anthony Hopkins, John Hurt, Anne Bancroft, John Gielgud, Wendy Hiller. 124’. 

Los personajes principales existieron y el film se basa parcialmente en los escritos de uno de ellos, el Dr. Treves, quien rescató a John Merrick de una feria donde se exhibía como freak. Víctima de una enfermedad hoy identificada como “síndrome de Proteo”, Merrick acepta en el film la ayuda de Treves aunque sólo para que su condición de fenómeno de feria cambie de clase social. O mejor, como observó Serge Daney en un texto ejemplar, “Merrick es objeto de tres miradas en el transcurso del film. Tres miradas para tres eras del cine: burlesque, moderno, clásico. Es decir, la feria, el hospital, el teatro”. En la feria no hay alma “sino sólo cuerpos de los que reírse”; en el hospital hay “respeto por el otro, mala conciencia y erotismo mórbido”; y teatro es el que deben hacer quienes lo visitan con “una máscara de amabilidad que oculta lo que sienten al verlo”. Para ellos, “el hombre elefante es un espejo, no para reconocerse sino para aprender a fingir, a ocultar, a mentir aún más”. 
Lynch acompaña estos diversos estadios con una imaginería propia que en su momento fue reveladora de un talento extraordinario, aunque hoy resulta contenida en comparación con obras posteriores y más personales. No es demasiado sabido que el principal promotor del proyecto y quien convocó a Lynch para realizarlo, consciente de su talento plástico tras ver Eraserhead, fue nada menos que Mel Brooks. En una entrevista reciente, Brooks dijo creer que “el punto donde coincidimos mentalmente con David fue en el de la marginación. Aunque mis películas son cómicas, todas tratan sobre el hecho de aceptar lo extraño. Sé que John Merrick no era judío pero, para mí, su historia tenía todos los aspectos del antisemitismo y él atravesó todas las tribulaciones del clásico Judío Errante”. Brooks produjo el film en el sentido más amplio del término: reunió al libreto con el director, garantizó su libertad creativa, convocó al elenco y al equipo técnico y estuvo diariamente en el rodaje. Sin embargo, su nombre no figura en los títulos. “No lo puse porque era un problema. ¿Cómo es posible que un tipo conocido por haber filmado los mejores chistes con pedos pudiera llegar a hacer algo como El hombre elefante?” 
Este film no se exhibe en 35mm. en Argentina desde su estreno. Podrá verse en copia nueva, donada recientemente a la Filmoteca Buenos Aires. 

Corazón salvaje (Wild at Heart, EUA-1990) de David Lynch, c/Nicolas Cage, Laura Dern. 127’. 

Sailor y Lula están hechos el uno para el otro, pero la madre de Lula no es de la misma opinión y hará todo lo que esté a su alcance para impedir que esa unión se perpetúe. David Lynch no solo es uno de los pocos cineastas capaces iluminar el lado oscuro del American dream, sino que también es uno de los poquísimos surrealistas auténticos con que cuenta el cine contemporáneo.

Una historia sencilla (The Straight Story, EUA-1999) de David Lynch, c/ Richard Farnsworth, Sissy Spacek, Jene Golloway, Joseph Carpenter. 135’.

Alvin Straight (interpretado por el veterano Richard Farnsworth) tiene 73 años, y las recomendaciones del médico de Laurens, un pueblito perdido en Iowa, hacen pensar que no le quedan muchos más. Pero Alvin es un tipo obstinado. Su hermano Lyle, que vive a 600 kilómetros de allí, en Wisconsin, acaba de sufrir una embolia, y su fin también parece próximo. Alvin decide que es la hora de dejar de lado viejas rencillas hechas de odio y alcohol y reunirse con Lyle antes que sea demasiado tarde. Tiene un problema: no quiere viajar en un vehículo que no maneje él mismo, carece de automóvil y aun si lo tuviera su salud no le permitiría obtener el registro. Entonces fabrica un pequeño acoplado y parte al volante de una cortadora de césped. El vehículo jamás había sido probado en un trayecto tan extenso y lleno de pendientes, y no supera los 10 kilómetros por hora. Pero esto no parece ser un impedimento para este viejo cowboy, que se lanza al camino.

Carretera perdida (Lost Highway, EUA-1997) de David Lynch, c/Bill Pullman, Patricia Arquette, Balthazar Getty, Robert Loggia, Robert Blake. 135’.

En su ensayo “El arte de lo ridículo sublime”, el filósofo Slavoj Zizek sostiene que la estructura bipartita de Carretera perdida trabaja con “la oposición de dos horrores: el horror fantasmático del pesadillesco universo noir de sexo perverso, traición y crimen, y la desesperación de nuestra gris, alienada vida cotidiana de impotencia y desconfianza.” Pero mejor dejar a Lacan de lado y adentrarse en la oscura ruta del surrealismo lyncheano, perderse en el laberinto de sueños de sus personajes, dejarse conducir por la perturbadora banda de sonido compilada por el Nine Inch Nails Trent Reznor y la música original de Angelo Badalamenti, espantarse ante la visión de un rostro blanco kabuki o una cabaña que se desincendia: dejarse conmover, ni más ni menos, por esta extraordinaria fuga hacia el abismo.

Terciopelo azul (Blue Velvet, EUA-1986) de David Lynch, c/Isabella Rossellini, Kyle MacLachlan, Dennis Hopper, Laura Dern, Hope Lange, Dean Stockwell. 120'. Lynch definió Terciopelo azul como un “sueño de extraños deseos atrapado dentro de una historia de suspenso”. En el pasaje del freak físico al mental, Lynch inicia una nueva etapa en su obra con este relato instalado en el suburbio ensoñador donde se dispara una pesadilla macabra; etapa que será el campo de acción por excelencia de su marca autoral. Terciopelo azul es la exposición en bruto de una nueva forma de hacer cine, con mayor libertad creativa y una opulencia visual que rescata la experiencia de Lynch con la pintura, con citas a Salvador Dalí, Francis Bacon y al arte pop. En paralelo, Lynch explora múltiples relaciones con la música, tanto en su primera colaboración con Angelo Badalamenti como a partir de las cincuentosas “In Dreams” de Orbison, con insólito lipsync de Stockwell, y “Blue Velvet”, en versión de Vinton y en cover de Rossellini/Badalamenti. Esas canciones acompasan del más banal sentimentalismo a la máxima crueldad, y encarnan el glam corrosivo de la película, donde en la apariencia encantadora se juega un vértigo riesgoso. Texto de Diego Trerotola.

Grilla de programación

JUEVES 7

18:00 El magnífico, de Philippe De Broca

20:00 Charla abierta de Luis Ospina + cortos

22:00 Ascensor para el cadalso, de Louis Malle

VIERNES 8

18:00 Un testigo en la ciudad, de Edouard Molinaro

20:00 Papirosen, de Gastón Solnicki

24:00 El hombre elefante, de David Lynch

SÁBADO 9

18:00 Escuela normal, de Celina Murga

20:00 Cornelia frente al espejo, de Daniel Rosenfeld

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Terciopelo azul, de David Lynch

DOMINGO 10

18:00 Blackie, de Alberto Ponce

20:00 La culpa del cordero, de Gabriel Drak

22:00 Moderato cantabile, de Peter Brook

JUEVES 14

18:00 La sirena del Mississippi, de Francois Truffaut

20:00 Cracks de nácar, de D. Casabé y E. Dieleke

22:00 Ciudadano bajo vigilancia, de Claude Miller

VIERNES 15

18:00 Un taxi para Tobruk, de Denys de la Patelliere

20:00 Papirosen, de Gastón Solnicki

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Una historia sencilla, de David Lynch

SÁBADO 16

18:00 Escuela normal, de Celina Murga

20:00 Cornelia frente al espejo, de Daniel Rosenfeld

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Terciopelo azul, de David Lynch

DOMINGO 17

18:00 Blackie, de Alberto Ponce

20:00 La culpa del cordero, de Gabriel Drak

22:00 Cartouche, de Philippe De Broca

JUEVES 21

18:00 Un cura, de Jean-Pierre Melville

20:00 Cracks de nácar, de D. Casabé y E. Dieleke

22:00 El último suspiro, de Jean-Pierre Melville

VIERNES 22

18:00 Los buitres, de Henri Verneuil

20:00 Papirosen, de Gastón Solnicki

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Corazón salvaje, de David Lynch

SÁBADO 23

18:00 Escuela normal, de Celina Murga

20:00 Cornelia frente al espejo, de Daniel Rosenfeld

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Terciopelo azul, de David Lynch

DOMINGO 24

18:00 Blackie, de Alberto Ponce

20:00 La culpa del cordero, de Gabriel Drak

22:00 Una mariposa sobre el hombro, de Jacques Deray

JUEVES 28

18:00 Cien días para un crimen, de Giuseppe Ferrara

20:00 Cracks de nácar, de G. Casabé y E. Dieleke

22:00 Morir matando, de Jean-Pierre Melville

VIERNES 1 DE MARZO

18:00 Bumerang, de José Giovanni

20:00 Papirosen, de Gastón Solnicki

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Carretera perdida, de David Lynch

SÁBADO 2 DE MARZO

18:00 Escuela normal, de Celina Murga

20:00 Cornelia frente al espejo, de Daniel Rosenfeld

22:00 La chica del Sur, de José Luis García

24:00 Terciopelo azul, de David Lynch

DOMINGO 3 DE MARZO

18:00 Blackie, de Alberto Ponce

20:00 La culpa del cordero, de Gabriel Drak

22:00 El ladrón, de Louis Malle

 

malba.cine

Entrada general: $25.
Estudiantes y jubilados: $13.
Abono: $114. Estudiantes y jubilados: $58.
** Entrada especial: $38. Estudiantes y jubilados: $19.
Socios Club La Nación Premium:2 X 1 en entradas.

MALBA Cine | junio 2017

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