19:00
Cine
Ni un paso en falso, de John Frankenheimer ¿Un neo noir? ¿Un proto Tarantino? Una cosa es cierta: es una película de John Frankenheimer y como tal, debe ser vista.
21:00
¿Y… dónde está el piloto?, de J. Abrahams, J. Zucker y D. Zucker San Leslie Nielsen, con la pistola aún sin desnudar, es el Mesías de este –por esos años– imposible hecho película, en el que la mojada de oreja a Tiburón, a John Travolta, a John Wayne, a Isaac Newton, al género (humano) y a la cultura popular, que se transforma en una de las más bellas artes.
23:00
Desaparecido en acción 2, de Lance Hool ¿Por qué la segunda parte? Bueno, porque como pasa con la mayoría del cine de Chuck Norris, no es vital haber visto la primera para disfrutarla como niños yendo a un videoclub en la década del ochenta.
20:00
Los Bilbao, de Pedro Speroni Iván Bilbao, de 33 años, atraviesa el inmenso pabellón hasta llegar a la última reja del penal. En el regreso a su pueblo, Iván deambula desorientado entre su hogar y la posibilidad de recuperar lo que alguna vez fue.
22:00
Tres rostros para el miedo, de Michael Powell Tras separarse amistosamente de su recurrente socio profesional, Emeric Pressburger, el director Powell lo arriesgó todo con este film sobre un asesino compulsivo, que sólo alcanza la satisfacción plena cuando observa la filmación de sus crímenes.
24:00
El rey de Nueva York, de Abel Ferrara Ferrara y su guionista Nicholas St. John crearon el personaje de Christopher Walken como un monstruo urbano contemporáneo, ávido de poder y vicios, pero dominado al mismo tiempo por ambiciones mesiánicas.
18:00
Errante, de Adriana Lestido Una meditación visual sobre el retorno al origen a partir del registro de un viaje en soledad de un año y medio alrededor del Círculo Polar Ártico.
Cambio cambio, de Lautaro García Candela Pablo y Florencia trabajan en la peatonal Florida y azarosamente encuentran la manera de hacer negocios cambiando dólares con su propia comunidad de vendedores, comunal y horizontal.
El villano, de Luis Ziembrowski y Gabriel Reches Cuando Luis Ziembrowski está solo, un pensamiento agita viejos fantasmas que parecían dormidos: a Luis lo inquieta saber que siempre es convocado por directores y productores para encarnar papeles de villanos y cínicos.
Delirio de pasiones, de Sam Fuller Historia de locura fingida, locura real, incesto simulado, periodismo sensacionalista, números musicales reales e imaginarios, mujeres devoradoras de hombres, negros que creen ser miembros del Ku-Klux-Klan y tormentas eléctricas en los pasillos de un manicomio.
Adentro mío estoy bailando, de Leandro Koch y Paloma Schachmann Un frustrado camarógrafo de fiestas judías, que siente rechazo hacia la religión de su familia, se enamora de una clarinetista de música klezmer y finge el rodaje de un documental sobre este estilo de música idish para pasar tiempo con ella.
Los delincuentes, de Rodrigo Moreno Morán y Román son dos empleados de banco que en determinado momento de sus vidas se cuestionan la existencia rutinaria que llevan adelante. Uno de ellos encuentra una solución, cometer un delito.
Homo Eroticus Supermacho, de Mario Vicario El "supermacho" del título es un invento de la distribución local. Lo que sucede en la película —un hombre insaciable por una condición médica que lo hace cargar con tres testículos y un montón de problemas— no.
House: la casa del miedo, de Steve Miner Un escritor hereda la siniestra casa de una tía, donde tiempo antes ha perdido a su hijo, y acepta el legado con la intención de ajustar cuentas con lo desconocido. En una década que incorporó alegremente el humor a diversos tópicos clásicos del cine fantástico, era inevitable que llegara el turno de las casas embrujadas. El éxito del film inspiró varias secuelas e imitaciones.