Este largometraje fue un desprendimiento pensado específicamente para el cine, por lo que tiene (a diferencia de otras derivaciones de la serie) una calidad de animación superior.
En un mundo suspendido en el tiempo, una comunidad de descendientes de europeos cultiva tanto la tierra como sus tradiciones. Los campos de los hermanos Lell son amenazados por una helada, pero una misteriosa joven aparece y el frío cede.
La amistad masculina y los códigos de honor entre bandidos son los ejes sobre los que Melville hace funcionar esta obra, con un sentido tan ascético de la aventura que se lo ha comparado con el cine de Bresson.
El expresionismo pictórico irrumpió en el cine de la mano de este film, concebido originalmente como una metáfora crítica sobre el poder del Kaiser, que había enviado a su pueblo a matar y ser muerto en la guerra mundial.
Desde esta obra maestra, John Carpenter dio trascendencia a este icónico villano que portará por los siglos de los siglos un raído mameluco, una máscara blanca y un origen enigmático.
Sería fácil decir que Vergerus, el científico loco de El huevo de la serpiente, es el villano. Sin embargo, el científico y sus experimentos son hijos de los tiempos de entreguerras en Alemania y, más específicamente, en el Berlín de los años veinte.
A partir de imágenes, grabaciones y filmaciones anteriores y contemporáneas al nazismo el director ruso logra reconstruir el nacimiento y desarrollo de la figura de Adolf Hitler, el villano por antonomasia de la Historia escrita con mayúsculas.
El voluminoso cuerpo, el espesor de la presencia, la mueca de desagrado y violencia adherida a los ojos y los labios, apretados, junto a ese andar pesado, resumen al gordo y violento jefe de policía Hank Quinlan.
Alakazam, el Grande
El film narra las aventuras de un mono que aprende los secretos de la magia y recorre los caminos en busca de aventuras.
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