La actuación de Holden se convirtió en ícono e inicio de las imágenes lesbovampíricas. Pero la película tenía más para dar, porque, como sostiene Benshoff en su libro sobre diversidad sexual y cine de terror, también plantea una alianza que representa una forma comunitaria queer
Drácula es siempre una buena excusa para el exceso. Y acá parecen haber redoblado la apuesta: un equipo internacional, dirigido por el estadounidense Morrissey, que venía del underground, se propone hacer una película de Dracula en plan de EuroTerror a mitad de la década del 70.
¡Que viva México!
Eisenstein, su director de fotografía Eduard Tissé y su asistente Grigori Aleksandrov pasaron varios meses en México con dinero del escritor norteamericano Upton Sinclair rodando material para un ambicioso fresco sobre el país.
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