Un padre que ha perdido la memoria, mientras en su país se impone un gobierno que propone el olvido. Un hijo que bucea en las películas familiares que filmó su padre, buscando los rastros de su propia memoria. Y entre ambos, el recuerdo imposible de la madre desaparecida.
En el lenguaje general del film, como en los detalles, Ayala suele mostrar la competencia de un narrador que tan raras veces se ve en el cine argentino: la mirada silenciosa de un personaje, la dosificación del primer plano, el retroceso alarmado y conjunto de la cámara y del actor Carlos Cores ante los otros tres personajes que quizás descubran de pronto el crimen cometido.
Klimovsky se permitió reforzar la subjetividad del perturbado protagonista mediante extravagantes efectos de montaje acelerado, al estilo de la vanguardia soviética.
Barrios populares que son cárceles a cielo abierto. Donde la belleza coquetea con la violencia. El reino de los niños insubordinados, veteranos del plomo.
Ejemplo de cine maldito, gracias al veredicto descalificatorio de la Junta Nacional de Cinematografía que inhibió la película para su proyección, esta tal vez sea la película más desenfadada de Kuhn, con un sentido del humor sardónico que se lleva todos los prejuicios por delante.
Casi no hay diálogos en el film. Lo esencial sobre los anhelos y contradicciones de los protagonistas aparece en concisos monólogos interiores ilustrados por cuerpos y rostros de suficiente elocuencia.
Un joven periodista de provincia consigue trabajo en un diario de la capital y pronto comprueba que los diarios responden a ciertos intereses.
El tema procede de un cuento de Horacio Quiroga: un hombre atraviesa un extenso período de tiempo en estado inconsciente, durante el cual abandona la mediocridad de su existencia, se transforma es un escritor célebre y conquista a una joven hermosa.
El film recorre buena parte de la historia de la Argentina a través de la figura simbólica de un calesitero que evoca sus recuerdos de ese pasado con el tango de Mariano Mores y Cátulo Castillo como leit-motiv.
El contexto de la acción anticipa clásicos posteriores de Torre Nilsson, pero lo que importa aquí no es tanto la decadencia de una forma del poder sino la confrontación de clases, que no se acomoda a ninguna forma de conciliación.
Estreno
Las ranas
Una chica de 22 años y un chico de 23. Ella vendedora ambulante, los dos del conurbano, él encerrado en el Penal de Sierra Chica, Olavarría, por robar casas.
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