La línea de acción del poeta queda definida a partir del primer verso satisfactorio, pero este a veces tarda en llegar. A eso que se llamaba inspiración –y que muchas veces, por ausencia de musa o palabra sustituta, se hace desear–, vamos a tentar con un señuelo discreto bautizado “procedimiento”. De Safo a John Ashbery, de Virgilio a Olga Orozco.
Costo: $1200.
Descuentos especiales para Malba Amigos. Jubilados y estudiantes con credencial: 20% de descuento. Descuentos no combinables.
Escritor, crítico, editor. Entre sus libros se encuentran Siluetas, El carapálida, Los escritores de los escritores, Peripecias del no, Mil tazas de té. Ha dictado cursos y seminarios particulares e institucionales sobre narrativa, crítica, poesía, lectura, estética, edición. En 2017 publicará dos libros: Un año tarde, sobre Cervantes y Shakespeare y Un año justo, sobre la literatura latinoamericana a partir del boom. Editor durante años en Sudamericana y Random House/Mondadori; actualmente, en La bestia equilátera.
Clase 1. La lectura de un poema de Alejandra Pizarnik para observar ante todo el ritmo. La lectura de un poema de Mastronardi para calcular cuánto se aleja de ese ritmo y converge en otra esfera, otra estética, otra mesura. Ver cómo el lenguaje no es la lengua y de qué manera no conviene exagerar en el terreno de lo incierto. Poesía metafísica de cámara: algunos ejemplos ajenos –inglés– y otros propios –castellano– y la concurrencia de poemas del siglo XVII, el XX y el XXI. ¿Qué quiere decir “tener algo que decir” en un poema? Mallarmé y Meschonnic. Dibujo del poema en la página, concretismo y abstracción. Caligramas, Apollinaire, Girondo, Tablada, Paz.
Clase 2. El procedimiento se adecua al requisito. De qué manera la plegaria sustituye al lector y de qué manera lo invoca: Santa Teresa de Ávila y Sor Juana Inés de la Cruz, algunos salmos. Fray Luis de León y San Juan de la Cruz. Sobre el buen uso de las antologías para que las buenas lecturas se obstinen en seguirnos, influirnos. El recurso formal es un modesto “regularizador” que afianza la factura técnica, no el garante de la calidad del poema.
Clase 3. El armado o el montaje de un poema. Se escribe de mil maneras, pero tratando de no escribir mal. El mal y el requisito, el propósito y la proporción. Qué dice efectivamente Marianne Moore cuando dice que a ella tampoco le gusta la poesía. ¿Por qué lo dice en un poema?
Clase 4. La poesía visual, la poesía para ser leída, la poesía para musitar y la poesía para leer en voz alta. No declamar. La voz poética no es acústica, o por lo menos no es la voz humana que se deja oír. Algunas voces y algunos lectores concurren para hablarnos. Qué pasa con el poema que no me habla y con el que no se dirige a mí. Las conclusiones no son recursos poéticos sino retóricos, pero podemos revisar tal concepto. Un festival y un oratorio. Una orgía (que nadie se entusiasme ni se decepcione: es metafórica).