12.10.2022

Frida íntima

Archivo documental

El oficio de su padre fotógrafo le permitió a Frida contar con un profuso archivo de imágenes de su infancia y adolescencia, hecho excepcional para la época. Antes de que la artista se volcara sobre sí en sus autorretratos, estas fotografías la muestran junto a sus hermanas y amistades; entre ellas Isabel Campos, quien más tarde sería su confidente por correspondencia durante las estancias de la artista fuera de México. Muchas de las imágenes fueron capturadas en la casa donde Frida nació, en Coyoacán, que posteriormente ella y Diego Rivera transformaron en “La Casa Azul” con ayuda de Juan O’Gorman, arquitecto y artista amigo de la pareja. Era también en esta casa donde Frida impartía sus lecciones de pintura. 


Frida, Cristina Kahlo, Isabel Campos y otras amigas en la casa de Jacobo Valdés en Coyoacán, ca. 1921.
Fotografía de Guillermo Kahlo.


Frida Kahlo junto a su hermana Cristina Kahlo y a Isabel campos, amiga desde la infancia, 1919.
Fotografía de Guillermo Kahlo.


Frida y Cristina junto a sus amigos Alfonso Rouiax y Consuelo Navarro en la casa de la familia Kahlo en Coyoacán, 1926.
Fotografía de Guillermo Kahlo.


Frida y Diego Rivera en la “Casa Azul” de Coyoacán. Fotografía de Guillermo Zamora.


Retrato de Frida.

El profundo interés de Kahlo y Rivera por las culturas prehispánicas y las tradiciones populares mexicanas se hace evidente en su extensa práctica coleccionista, que incluye tanto piezas precolombinas como artesanías y objetos típicos mexicanos. Dentro de este conjunto se destaca la predilección de Frida por los Judas del Sábado de Gloria. Algunas de estas figuras realizadas en papel maché por la artesana Carmen Caballero rodeaban su cama del Hospital Inglés, donde en 1950 debió someterse a siete intervenciones de columna.


Judas del Sábado de Gloria realizados por la artesana Carmen Caballero.
Fotografías de Nacho López.


Con su calavera por el Día de Muertos en el Hospital Inglés, 1950. Fotografía de Juan Guzmán.

A pesar de que su salud se debilitaba y la obligaba a guardar reposo, Frida continuó pintando hasta sus últimos días. En abril de 1953, poco antes de que amputaran su pierna derecha, pudo asistir a su primera exposición individual en México, en la galería de su amiga Lola Álvarez Bravo. Su última aparición pública fue en 1954, en una manifestación contra la destitución del gobierno democrático en Guatemala.


Pintando la obra Árbol genealógico en su cama del Hospital Inglés, 1950. Fotografía de Juan Guzmán.


Invitación a la exposición de Frida Kahlo en la galería de Lola Álvarez Bravo, 1953.


En la manifestación contra la destitución del gobierno democrático en Guatemala, 2 de julio 1954.
Fotografía de Garza Noble.

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