09.01.2018

En los márgenes
de lo visible

Por Marta Gili
Lisette Model. Nick's New York, ca. 1940-1944.

El término “fotografía artística”, circuló en abundancia en los siglos XIX y XX, pero fue retomado de forma contundente por el mercado del arte cuando este empezó a mostrar interés por la fotografía, alrededor de los años 70. Este mercado fue y es también el que promovió la numeración y la restricción del número de copias realizables a partir de un solo negativo o que acuñó otros términos como “copia vintage” o “copia moderna”. Se trataba, en definitiva, de convertir a la fotografía, por definición reproductible al infinito, en un objeto casi único con el que se podía especular.

Hoy, es evidente que la mayor circulación de imágenes a través de los dispositivos digitales plantea no pocas cuestiones en torno a su recepción y producción. Pero no creo que la especificidad de unos u otros sea un tema relevante, sino más bien como pensamos en la actualidad las imágenes, o si dejamos que ellas, en su desenfrenado desfilar en nuestras pantallas, nos piensen a nosotros.

Garry Winogrand. New York World’s Fair, 1964.

En las megalópolis contemporáneas podemos encontrar las mismas imágenes que realizaron Arbus, Lisette Model o Garry Winogrand, por poner tres ejemplos de fotógrafos que serpentearon las calles de Nueva York. Que los medios de producción y las apariencias de las ciudades hayan mutado, no significa que la necesidad de subjetivar los conflictos y la experiencia de lo común haya caído en la obsolescencia. Todo lo contrario. Un rápido recorrido por Instagram, Facebook o Pinterest, no los podría confirmar, creo.

Las imágenes que a mi me interesan son aquellas que evocan los márgenes de lo visible o de lo indecible, aquellas que ponen a prueba nuestros prejuicios perceptivos, y por tanto, políticos y sociales. Estas imágenes siempre existirán, tal como, a pesar de la restricción de números de caracteres de las redes sociales, existen todavía, la poesía o el ensayo, por ejemplo. Todo está condenado a repetirse, como el día de la marmota, pero siempre habrán, desde mi punto de vista, prácticas artísticas que nos permitirán despertar al alba de un nuevo día iluminado por otras formas de ver el mundo, de percibirlo y de reconsiderar nuestra experiencia con nosotros mismos y con la comunidad, como una experiencia rica en descubrimientos. Este es, para mi, uno de los objetivos del arte, ya sea analógico o digital, pictórico, escultórico o performativo.

Garry Winogrand. Los Angeles, California, 1969.

Lisette Model. Sammy’s New York, ca. 1940-1944.

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Marta Gili es directora del Jeu de Paume de París.​​ Anteriormente fue responsable del departamento de fotografía de la Fundación La Caixa.​

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