Este es uno de films más asombrosos del período previo a la aplicación del Código de Producción porque su tema central es el sexo prematrimonial entre jóvenes condicionados por un contexto represivo.
Esta fue la primera película sonora de Clara Bow, máxima estrella de la Paramount en esa época y quizá la primera actriz que llegó a ser un sex-symbol por su encanto natural y por su temperamento libre y desenfadado, sin necesidad de exotismos.
Una atractiva muchacha se refugia en un bar clandestino, perseguida por un hombre que es parte de su pasado. Ese pasado incluye una estadía como copera en un tugurio sórdido de América del Sur y varios meses semi-secuestrada en una cabaña en la jungla.
Es considerada la primera versión del superclásico Nace una estrella y fue escrita por Adela Rogers St. John, una de las más informadas periodistas de Hollywood.
La “rubia desconocida” del título original refiere a una joven dama contratada por abogados inescrupulosos para promover juicios de divorcio lucrativos. Como la Legión de la Decencia no quería ni oír hablar del divorcio la película fue incluida en una lista de films que todo católico debía evitar.
El gerente Warren William dirige una gran tienda tipo Harrods’ con mano de hierro y dedicación exclusiva. Un joven emprendedor que lo admira pretende seguir sus pasos, pero pronto aprende (de la manera más dolorosa) que la falta de escrúpulos es un camino de ida.
Fue el primer trabajo sonoro de Lubitsch, una de sus muchas obras maestras, y un ejemplo que suele olvidarse a la hora de enumerar los films que desafiaron (y vencieron) las limitaciones técnicas de los nuevos equipos.
(Argentina/España, 1984) de Rodolfo Kuhn, c/ Héctor Alterio, Joaquín Hinojosa, Antonio Banderas, Cecilia Roth. 100´
Difícil de manejar
Con su proverbial dinamismo, James Cagney interpreta a un publicista con muchas ideas y pocos escrúpulos, que se lanza a la conquista de Nueva York tras sucesivos fracasos en California.
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