Con lujuriosa fotografía en pantalla ancha, rodaje en las islas Seychelles y música de Serge Gainsbourg, esta fue la tercera y más cara de las películas sobre Emmanuelle, un ícono del softcore de los ’70.
Inicialmente parece una comedia más o menos simpática sobre un grupo de jóvenes estudiantes que comparte una pieza de pensión, pero en seguida aparece una zona melodramática que se vuelve muy oscura a medida que avanza el film y culmina en una situación incestuosa insólita en el cine del período.
Con independencia de las ideas de la autora Ayn Rand, que está tristemente de moda, el director se las arregló para hacer uno de sus mejores melodramas, aprovechando al máximo la violencia emocional de las situaciones planteadas por la autora.
En lo esencial de su trama es común a muchos films deportivos: el equipo protagonista pierde siempre, hasta que se produce un cambio estratégico que brinda la posibilidad de un triunfo. Lo original es la forma, porque al realizador le gustan los excesos del melodrama y filma la acción física con una destreza aterradora.
Rarísimo film de deriva juvenil con una intensa impronta documental, que pasó (y sigue pasando) completamente por debajo de todos los radares.
De todos los realizadores franceses que practicaron el policial, Corneau es el que más deliberadamente trató de acercarse al estilo de Jean-Pierre Melville: le interesan los códigos, las amistades improbables y la acción directa que va revelando poco a poco las circunstancias relevantes de la trama.
El Cid tiene hermanos que se odian y se destruyen, pasiones obturadas por crímenes inevitables, y reflexiones sobre el poder ganado, heredado o merecido. Pero nunca antes el director había contado con tantos recursos para poner todo eso en escena y es extraordinario cómo refina su gran talento de narrador clásico para evitar la tentación de que el tamaño opaque el drama.
Primer largometraje derivado de la más hermosa serie de ciencia ficción de todos los tiempos. El Enterprise ya no era un evidente juguete de 30cm de largo sino una verdadera nave con el diseño más original de la Historia.
Pablo y Florencia trabajan en la peatonal Florida y azarosamente encuentran la manera de hacer negocios cambiando dólares con su propia comunidad de vendedores, comunal y horizontal.
Hambre de venganza
Su trama es una versión libre de Rey Lear. Aquí no hay rey pero sí un poderoso hacendado (Donald Crisp) que percibe la inminencia de su propio final y causa una catástrofe al intentar repartir el poder entre sus herederos.
+ info