Alta Costura Argentina
1850-2023

28/09— 08/10/23
Hall. Nivel 0

Dentro del marco de la Semana de la Alta Costura (SAC), y gracias a una iniciativa de Elina Costantini, su fundadora y directora, el Museo de la Historia del Traje (MHT) presenta por primera vez una exposición homenaje a diseñadores que marcaron tendencia en la alta costura argentina. Co curada por los equipos del MHT y SAC y realizada en Malba, la muestra despliega un recorrido histórico de la alta costura nacional a través de una importante selección de prendas y accesorios pertenecientes a la colección del MHT y algunas colecciones privadas. El conjunto, de más de 70 piezas, manifiesta la calidad de confección de los creadores locales, da cuenta de la magnitud del segmento y pone de relieve la importancia de sostener la tradición de los oficios y técnicas textiles de este precioso métier en nuestro país.

En los estudios de moda es recurrente el debate acerca de su estatuto dentro de las artes. En este sentido, suele ubicarse a las piezas de alta costura como aquellas susceptibles de ser consideradas artísticas, sobre todo por el hecho de ser piezas únicas, “esculpidas” en el atelier por el autor que la firma y sus asistentes, al modo del arte. Pero ¿qué se considera alta costura? Su tradición comienza a fines del siglo XIX, cuando el diseñador Charles Frederick Worth redefine el devenir de la moda a través de la creación de prendas únicas, firmadas, a partir de las cuales se acuñará el término haute couture. Esta labor se ha mantenido intacta hasta nuestros días, e involucra a decenas de costureras, sombrereros, zapateros y demás especialistas en oficios sumamente delicados, como el bordado manual, la labor con plumas, el tejido y encastre de encajes, los plisados o los teñidos.

Para esta exposición hemos seleccionado piezas de algunos diseñadores europeos que se desarrollaron su labor en nuestro país –Maison Carrau, Jacques Dorian, Fridl Loos y Rosina Corradini– junto con diseños de creadores argentinos como Saint Félix, Henriette, Paco Jaumandreu, Carola, Medora Manero, Vanina de War, Hernán Fragnier, Javier Musetti y Jorge Ibáñez. Todos ellos han trascendido en el métier a través de la definición de un estilo único vinculado al uso de ciertos materiales o el desarrollo de la forma, el trabajo de texturas, etc. Los vestidos son acompañados por diversos accesorios propios del rubro, como escarpines, polveras, vanities, carteras, medias y tocados de origen nacional e internacional y de uso local.

 

Proyecto y Dirección: Elina Costantini
SAC - Semana de la Alta Costura
Curaduría: Elina Costantini y Victoria Salías

Biografía de los diseñadores

Carola
En 1944, se inició el legado de Carola Florenza de Renieri con la apertura de su boutique, Carola, situada en   Talcahuano 1188. A lo largo de casi dos décadas, hasta finales de los 60, ocupó un destacado y distinguido espacio en el ámbito de la moda argentina. Su enfoque se centraba en la confección de elegantes trajes de noche y exquisitos vestidos de novia. Además , tuvo el honor de vestir a varias esposas de los presidentes de la Argentina, consolidando así su influencia en la escena de la moda y la sociedad de la época.

Vanina de War
Vanina inauguró su primera casa de modas en París, como consecuencia de haber crecido en el contexto de una familia de diplomáticos. La sede porteña de su casa de modas abrió sus puertas en 1939 en un petit hotel en Arenales 1307. Entre sus dictámenes impuso el uso del tricot, las prendas de gamuza acicaladas con bordados de piedras y los vestidos de gasa con bieses en cuero. Su vestimenta cotidiana contrastaba con la austeridad de las sandalias franciscanas, junto con el uso de collares a modo de cinturón y de brazaletes con esmeraldas en su antebrazo derecho.

Jacques Dorian
Paolo Bassegio, quien fuera un destacado diseñador de alta costura nacido en Venecia, optó por cambiar su nombre a un estilo más afrancesado cuando se estableció en Argentina en 1951. El talentoso creador adoptó el nombre Jacques Dorian, tanto para sí mismo como para su prestigiosa casa de moda, ubicada en la calle Marcelo Torcuato de Alvear. En su icónico establecimiento, no solo organizaba elegantes desfiles, sino que también ambientaba el espacio con los exquisitos perfumes de Dior y Carven. Además de sus contribuciones a la moda femenina, Jacques Dorian incursionó audazmente en el mundo de la masculina, introduciendo colores intensos que rompían con el tradicionalismo de los usos porteños.

Fridl Loos
Diseñadora y artista austríaca formada en la Escuela de Arte de Viena, en 1925 trasladó su nombre de soltera, Fridl Steininger, a una tienda desde la cual comercializó telas y vestidos que usaron Hedy Lamarr, Lana Turner y Helena Rubinstein. Al radicarse en la Argentina a comienzos de 1940 junto al arquitecto Walter Loos, contribuyó a venerar la estética folk y los textiles del noroeste argentino. Su primer trabajo en Buenos Aires fue en la sucursal  argentina de la casa Drecoll, donde sus diseños cautivaron a la actriz Delia Garcés de Zavalía, quien se transformó en su clienta y promovió sus diseños en los films que dirigió Alberto de Zavalía. Sus señas particulares remiten a la innovación en el uso de textiles: en un viaje por Salta y Jujuy, Loos descubrió las telas de barracanes y los ponchos y los incorporó como materia prima para sus diseños, que por entonces comercializaba también en las grandes tiendas de Nueva York. 

Henriette
Casa de modas fundada en 1918 por Sarina Schwartz, la mayor de las cuatro hijas de un peletero rumano que se estableció en Argentina. Inicialmente, la tienda se ubicaba en la calle Arenales, posteriormente se trasladó a la avenida Santa Fe. El taller estuvo bajo la dirección de Eva Schwartz, mientras que Enriqueta, cuyo nombre fue modificado a Henriette, con un toque más francés, se encargaba de atender y asesorar a las clientas, así como de recibir los encargos de ajuares para novias. En la década de 1960, se unió a la empresa la hermana menor, conocida como “Nona”, quien revolucionó las tendencias en moda nupcial al introducir vestidos en tonos rosa o verde agua y adoptar morfologías inspiradas en el poncho.

Maison Carrau
Fun­da­da en 1880, la ca­sa de moda poseía una tradición de elegancia porteña y prestigio aristocrático. Dirigida por Adèle Barbier de Renard –bisabuela materna de la artista textil Silvina Trigos Foussadier–, quien llegó a la Argentina a finales del siglo XIX contratada por la familia Pusterla, la firma se especializó en la importación de porcelana Limoges y cristales de Baccarat. Luego de establecerse inicialmente en Rosario, abrieron una tienda departamental en la calle Florida de Buenos Aires. A su oferta de porcelanas y cristales de origen catalán decidieron sumarle moda y entonces contrataron a Adèle Barbier de Renard, quien viajó sola desde Francia para dirigir la casa. Maison Carrau ofrecía una amplia gama de especialidades que incluía peletería, sombreros, vestidos de noche, de baile y para novias. Ela­bo­raban mo­de­los cu­yos di­se­ños se en­via­ban des­de fa­mo­sas ca­sas eu­ro­peas co­mo Worth, Cher­nit, Ca­llot Soeurs, Pa­quin o Dou­cet en la ro­pa, y Re­boux, Es­ter Me­yer o Geor­get­te en som­bre­re­ría. Rebautizada luego como Maison Carrau Haute Couture para darle un toque francés, cerró sus puertas en 1970. Entre sus destacadas clientas se encontraba la chilena Eugenia Errázuriz, referente en moda, así como la esposa del pintor Eduardo Sívori. 

Medora Manero
Con una formación que incluyó estudios en Bellas Artes, música e interiorismo en Buenos Aires, esta diseñadora abrió su primer taller de moda en 1964 en una casa en Acassuso. Con el paso de los años, trasladó su negocio a una tienda en la Galería del Este y posteriormente a una casa y atelier en San Telmo. Lo distintivo de su estilo eran las capas adornadas con cascabeles y un conjunto de tres o cuatro prendas que se complementaban entre sí. Su maestría en el uso de texturas le permitió crear composiciones geométricas sorprendentes.

Madame Saint Félix
La artífice de esta casa de modas fue María Epifanía Schiaffino de Saint Félix, descendiente de una familia italiana vinculada al mundo de la pintura. Su objetivo era interpretar la moda europea, especialmente los diseños de Jeanne Lanvin, Jean Patou y Elsa Schiaparelli, por encargo de la élite porteña en la década de 1930. Para 1940, la firma ya era reconocida y contaba con una clientela destacada que figuraba en la "Guía Social de Buenos Aires". El taller empleaba a un centenar de costureras que no solo confeccionaban vestidos a medida, sino también modelos para el día, cócteles y abrigos. Emma Saint Félix, junto con su hermana María Elena, continuaron el legado de la casa de modas fundada por su madre vistiendo a las nietas de las primeras clientas. Emma lideró la casa de modas hasta el año 2005.

Paco Jaumandreu
Paco Jaumandreu (1919-1995), icónico diseñador de alta costura, se destacó como modisto de Eva Perón en sus primeros pasos como actriz y como vestuarista en la industria cinematográfica argentina. Jaumandreu basó su enfoque de diseño en la práctica de dibujar un vestido repetidamente hasta encontrar el modelo perfecto. Sus desfiles presentaron una mezcla de elementos del music-hall y la técnica del action drawings, con la que dibujaba en vivo en el escenario y creaba bocetos en cartulinas y exquisitos papeles. En sus espectáculos, además de sus diseños, incorporaba bailarinas y cantantes, lo que elevaba la experiencia a una expresión artística completa. La categoría de moda como entretenimiento, promovida por Jaumandreu, se expandió a desfiles itinerantes que abarcaron diversas ciudades del país y de Latinoamérica. Su legado como modisto dibujante, su contribución al mundo de la moda y el entretenimiento siguen siendo recordados y celebrados hasta hoy.

Rosina Corradini
Destacada diseñadora italiana, Rosina comenzó su aprendizaje en el arte del corte y la confección a la temprana edad de 14 años. En 1949 llegó a la Argentina para trabajar en la prestigiosa Maison Milan. A partir de 1960, estableció su propia casa de modas en un departamento en la planta baja del número 1700 de la calle Marcelo Torcuato de Alvear. En ese espacio, anualmente se llevaban a cabo los esperados desfiles de cada temporada, con una alfombra roja que se extendía entre estatuas romanas creando un ambiente verdaderamente único. Rosina también asumió un papel destacado al dirigir la Cámara Argentina de la Moda, contribuyendo así al desarrollo y la promoción de la industria en el país. Su legado perduró hasta 2011, año en que su casa cerró sus puertas, pero su influencia en la moda argentina sigue siendo recordada y apreciada.

Jorge Ibáñez
El diseñador de moda Jorge Ibáñez es una figura venerada por la escena del espectáculo argentino. Su camino lo llevó desde los estudios de medicina hasta la arquitectura, pero finalmente encontró su pasión en el diseño de moda, en particular, en la creación de prendas glamorosas para las divas de la televisión nacional durante las décadas de 1990 y 2010. Desde una temprana edad demostró un fuerte interés por la moda: no solo dibujaba bocetos con la precisión de un adulto, sino que además se interesaba por los nombres de las telas en los paseos con su madre por la avenida Santa Fe. Consideraba que había que dejarse “inspirar por el contexto e imaginar infinitos modelos de mujer". Además de su destacada carrera como modisto, también incursionó en el canto y el baile, y desempeñó el papel de comentarista y crítico de moda en las alfombras rojas locales. Uno de sus diseños más celebrados en sus primeros años fue un vestido de raso de seda natural en color violeta, conocido por su brillo y elegancia. Los destellos y fulgores son una de las características distintivas de su trabajo, que lo han convertido en un ícono en la industria de la moda argentina.

Hernán Fragnier 
Este diseñador argentino inició su carrera en la alta costura con apenas 13 años, trabajando como figurinista para el diseñador Jacques Dorian, a quien consideraba su maestro. Con el paso de los años, Fragnier también colaboró con la casa Greta y posteriormente con la diseñadora Rosina Corradini. En 1986 lanzó Fragnier Couture, su propia marca, con un gran desfile en el Hotel Alvear. Fragnier atendía a las clientas en la suite 603 del hotel, mientras que en las habitaciones 235 y 236 cortaba y cosía las piezas. Fue presidente de la Cámara de la Moda Argentina entre 2009 y 2017.

* Estas biografías fueron realizadas por la especialista en moda Victoria Lescano para la Beca Activar Patrimonio.



Diseñadores

Carola
Vanina de War
Jacques Dorian
Fridl Loos
Henriette
Maison Carrau
Medora Manero
Madame Saint Félix
Paco Jaumandreu
Rosina Corradini
Javier Musetti
Jorge Ibáñez
Hernán Fragnier