Liliana
Porter
Travesía
12/07—
13/10/25

Núcleos de la exposición

Inicios desde Nueva York: expandir la gráfica
Liliana Porter llegó a Nueva York en 1964, donde amplió los límites del grabado desde el colectivo The New York Graphic Workshop. Experimentó con soportes no convencionales, arte postal, fotograbado y performatividad, reformulando el grabado como medio conceptual. Obras como Arruga (1968) evidencian esta expansión, integrando el espacio expositivo como parte activa. Su obra posterior continúa este enfoque, cruzando técnicas y medios, reflexionando sobre memoria, teatralidad y representación.

Una visión comprometida con los acontecimientos sociopolíticos
Durante los convulsionados años 60 y 70, Porter desarrolló una mirada crítica hacia la situación política de América Latina y el papel de EE.UU., visibilizando a artistas latinoamericanos y especialmente a las artistas mujeres. Obras como Sombras (1969) o Gandhi I-IV (1968) reflejan ese compromiso. Más adelante, su uso de íconos como Mao o el Che describen con ironía al capitalismo global, denunciando la banalización de las utopías políticas.

Líneas de tiempo
Porter cuestiona las lógicas lineales del tiempo con obras que exploran la performatividad del dibujo y el cuerpo. En Untitled (Nails) (1973), el gesto mínimo cobra protagonismo. La artista entrelaza manos, trazos y autorretratos para hablar de memoria, trabajo y experiencia. La geometría se vuelve una herramienta poética que, lejos de ser rígida, permite fugas temporales y espaciales, articulando una performatividad informal y sensible.

De naturalezas muertas literarias a diálogos con el otro
Porter toma a la naturaleza muerta como punto de partida para combinar grabado, collage y pintura en escenarios donde lo literario y lo simbólico dialogan. A partir de los 80, incorpora espejos y referencias literarias a Borges o Carroll, indagando en la alteridad. En los 90, distintas figuras y objetos hallados en mercados protagonizan su serie Diálogos, metáforas visuales de contradicciones humanas que revelan una coexistencia compleja entre humor, ironía y fragilidad.

Derramando esfuerzos: del colapso a la reconstrucción
Desde los años 70, Porter explora el derrame y el accidente como formas de colapso y reflexión. En sus obras, personajes diminutos enfrentan tareas descomunales tras desastres simbólicos. Estas instalaciones proponen una mirada crítica y poética sobre el caos social, pero también sobre el cuidado, la resiliencia y la reconstrucción. Barrer o recomponer devienen actos creativos que transforman lo cotidiano en extraordinario.

Videos
A fines de los 90, Porter da movimiento a sus personajes en video, desde For You (1999) hasta Cuentos inconclusos (2024). Junto a Ana Tiscornia, crea escenas tragicómicas que abordan memoria, política o deseo con humor y angustia. Estas piezas expanden su lenguaje visual hacia el teatro y la acción en vivo, proponiendo una mirada aguda sobre lo humano desde la aparente banalidad de lo cotidiano.