Largamente despreciado, acusado de catástrofe artística y comercial, el primer film de Coppola tras Apocalypse Now sólo debería hacerse cargo del segundo ítem. Cierto es que fue pensada como una pequeña producción de 2 millones y costó 26; cierto es que su desempeño en la taquilla no cubrió ni el 5% de esa cifra; cierto que el director debió declararse en bancarrota. Pero los logros estéticos de este adulto drama musical que sigue a una pareja a través de una larga Noche de la Independencia, rozan lo sublime: algunos de ellos son la extraordinaria banda sonora de Tom Waits; la artificiosa plasticidad del Strip de Las Vegas recreado íntegramente en estudio; y el montaje virtuoso que funde o desune en el mismo plano a Hank y Frannie, sin necesitar para ello más que luces (de neón) y sombras.
Texto de Gustavo Castagna para el ciclo Ciudades
El Paraíso Artificial de Coppola o Las Vegas reconstruida en los estudios Zoetrope que llevaron al director a la derrota económica. Un musical clásico y moderno a inicios de los 80 (por ahí empezaba MTV), con canciones de Tom Waits, luces de neón y un argumento que podría contarse en veinte palabras. La apoteosis del mundo Broadway en manos de un megalómano que se jugó a todo o nada con este bello anacronismo visual que nadie vio y fue duramente castigado por la crítica.
Golpe al corazón (One from the Heart, EUA-1982) de Francis Ford Coppola. c/Frederic Forrest, Teri Garr, Raul Julia, Nastassja Kinski, Lainie Kazan, Harry Dean Stanton, Allen Garfield, Carmine Cioppola, Italia Coppola. 107’.