Diario
Literatura

Sudáfrica
Por John M. Coetzee

En 1962, dejé Sudáfrica y me mudé a Londres. Quería cortar toda relación con mi tierra natal. Deseaba vivir en una ciudad del mundo, ser poeta, experimentar la agonía y el éxtasis que suponía formaban parte de la vida un poeta.

Pero Londres era frío y hostil. Los periódicos anunciaban la amenaza de la guerra. Los americanos habían instalado misiles nucleares en Turquía, apuntando a Moscú y ahora los rusos estaban instalando sus propios misiles en Cuba, apuntando a Washington. El ambiente estaba cargado de marchas y contramarchas, de amenazas y denuncias.

Gran Bretaña tenía sus propios escuadrones de bombas nucleares listos para atacar Rusia. Por lo tanto, si las hostilidades se desataban, los rusos atacarían Gran Bretaña sin dudarlo. La isla sería borrada del mapa. Yo, un joven del lejano Sur que nada tenía que ver con esta belicosidad del Norte, sería aniquilado junto con todos los poemas que aún no había escrito.

Liderados por el anciano filósofo Bertrand Russell, decenas de miles de británicos marcharon a favor de la paz y el desarme. Fueron ridiculizados en los medios. Me uní a una de las concentraciones en Trafalgar Square, en el corazón de Londres. Era la primera manifestación en la que participaba en mi vida: en Sudáfrica todas las manifestaciones políticas estaban prohibidas.

Los cielos sobre Londres estaban grises, la multitud era sombría. Podíamos morir al día siguiente, podíamos morir en ese mismo momento. Ni siquiera seríamos capaces de escuchar nuestra muerte llegar. Habría un gran destello de luz y ese sería el final.

John M. Coetzee

Nació en Ciudad del Cabo, Sudáfrica en 1940 y vive en la ciudad de Sidney, Australia. Tiene más de veinte libros publicados que incluyen novelas como Elisabeth Costello, Infancia, Juventud, Verano y Diario de un mal año y libros que recogen su obra ensayística como lingüista y crítico literario. En 2003 fue reconocido con el Premio Nobel de Literatura y en dos ocasiones le fue concedido el Booker Prize, el premio más prestigioso de la literatura en lengua inglesa.

Me lo llevaré a la sepultura es una colección de historias que responde a una convocatoria a escritores de diversas generaciones realizada en el marco de la exhibición Memorias imborrables, a partir de una consigna simple: evocar un acontecimiento histórico (de pequeña o gran envergadura) del que hayan sido protagonistas.